Le pasó a Juan Martín Del Potro y la historia volvió a repetirse con Horacio Zeballos. En un Roland Garros que pareciera estar embrujado, el marplatense también avanzó de ronda a partir de la lesión de su rival, el belga David Goffin, quien se retiró de l cancha casi sin poder pisar por un dolor muy fuerte en su tobillo derecho.
El episodio sucedió en el décimo game, cuando Goffin sacaba para llevarse el primer set (5-4). En una pelota que se fue al fondo de la cancha, el número 12 del mundo logró pegarle de revés, pero se resbaló con el polvo de ladrillo y una lona, y cayó dándose un golpe fuerte.
Inmediatamente entró la asistencia médica y Zeballos se acercó a ver lo que había sucedido. La resolución fue rápida: ante la dificultad para apoyar el pie, el belga se retiró del partido. Acto seguido, el argentino tuvo un enorme gesto al llevarle el bolso a su rival al vestuario.
Incluso, tal como hacen los futbolistas cuando le meten un gol a su ex equipo, el oriundo de Mar del Plata se fue de la cancha pidiéndole perdón al público.
Otro gesto de nobleza había tenido ayer Del Potro, quien consoló al español Nicolás Almagro luego de lesionarse su rodilla izquierda y tener que retirarse del partido.
Ahora, Zeballos -que a los 32 años ya logró la mejor actuación de su carrera en un Grand Slam- se medirá ante el ganador del duelo entre el austríaco Dominic Thiem y el norteamericano Steve Johnson.