Argentina sigue creciendo en el mundo del voley con una generación que da que hablar. Esta vez, logró imponerse ante el seleccionado europeo, que llegaba con la chapa de ser el último campeón del mundo y un invicto que se extendía a 12 partidos. Sin embargo, y pese a los polémicos fallos arbitrales, el equipo nacional lo sacó adelante.

Con parciales de 16-25, 25-19, 25-23, 23-25 y 16-14, los de Julio Velasco pusieron en problemas a Polonia para lo que queda del certamen y se perfilan como un equipo que va a dejar todo por salir adelante, incluso con un partido como el de hoy, donde la tensión se adueñó de Verna (Bulgaria).

En varias jugadas de revisión, los colegiados inclinaron la balanza hacia el lado de los europeos, lo que desató la bronca de toda la delegación argentina. Un Velasco desacatado se cruzó varias veces con el entrenador rival e incluso sufrió más de la cuenta, pero luego iba a tener su desahogo.

Corría el tie break cuando Polonia vencía 11 a 10 a los locales y una jugada disputada termina con la pelota afuera. Primero se marcó punto para Argentina y luego se revisó la misma y se cambio la decisión, aunque se vio claramente que la pelota tocó en un jugador rival, previo a picar afuera.

Con el 10-12, el equipo nacional sacó a relucir toda su garra y logró llevarse el partido con un parcial de 16-14. En ese momento, Velasco no aguantó más y estalló de alegría, corriendo por toda la cancha y haciendo gestos de corte de mangas, sin dirección en particular, aunque fue dirigida a los árbitros. Ahora, Serbia aparece en el horizonte y el sueño está más vivo que nunca.