Luego de un año en donde la relación entre Diego Maradona y Corrado Ferlaino, presidente de Nápoli estaba prácticamente rota, el club se encontró con la chance de poder levantar el segundo Scudetto de su historia, luego del logrado cuatro años antes y tras haber conquistado la Copa de la UEFA en la temporada 88/89.

Con una disputa en los escritorios por una agresión a Alemao y un inesperado repunte ante el poderoso Milan de Arrigo Sacchi, en donde jugaban Baresi, Maldini y Van Basten, entre otros, el conjunto del sur de Italia llegó con la chance de ser campeón en la última fecha, como local y ante más de 77.000 hinchas.

Ese día, el Nápoli de Maradona no defraudó y con un gol de cabeza de Marco Baroni, con centro de Diego, el equipo se consagró campeón nuevamente, revolucionando una vez más a toda la ciudad, que ya tenía al argentino como su Dios terrenal y que lo iba a disfrutar en plenitud física y emocional por última vez.

A 30 años de ese nuevo logro, Diego lo recordó con un video de tres minutos en su cuenta de Instagram, en donde dejó un mensaje de lo que sintió y siente de su pasado. "Cuando dije, hace unos meses, que nadie podría lograr con el Napoli lo que yo conseguí, me refería a esto, a la época dorada del Napoli, con el San Paolo repleto de gente feliz. El tiempo nunca va a borrar mi historia con el Napoli", expresó.

En el mismo, menciona a sus ex compañeros de equipo Ciro Ferrara, Antonio Careca, Marco Baroni y Giovanni Francini, y también a Raffaella Iuliano, hija de Carlo Iuliano, quien supo ser el jefe de prensa del club y que mantuvo una excelente relación co Maradona.