Andreas Nikolaus Lauda, más conocido como Niki, había alcanzado la cúspide de su carrera el año anterior al consagrarse campeón de Fórmula 1 por primera vez. Sin embargo, el 1° de agosto de 1976, en el circuito de Nürburgring del Gran Premio de Alemania, su destino se sacudió abruptamente.

El piloto austriaco, que falleció este lunes a los 70 años, protagonizó uno de los accidentes más impactantes de la historia del automovilismo. Lauda perdió el control de su auto al inicio de la carrera y se estrelló contra el muro a alta velocidad. Envuelto en llamas, recibió seguidamente el impacto del estadounidense Brett Lunger. En ese momento, muchos pensaron que lo peor, incluso, llegaron a darle la extremaunción.

El accidente le provocó importantes quemaduras de tercer grado en la cabeza, cara y las manos. Además, sus pulmones se dañaron gravemente debido a los gases tóxicos que inhaló.

Pero Lauda, apenas un mes y medio después, le preparó una sorpresa al mundo: volvió a las pistas para continuar la pelea por el título. Finalmente, el campeonato quedó en manos del británico James Hunt, pero la valentía de Niki se ganó el corazón de todos los amantes de este deporte.

Una vida de película

El drama que vivió Niki Lauda en Nürburgring tenía todos los condimentos dignos de una película de Hoolywood. Por eso, el director Ron Howard decidió llevar a la pantalla grande la figura del piloto austriaco y creó la imperdible "Rush", en 2013. El filme revive aquella época y focaliza en la rivalidad entre Lauda (interpretado por el actor Daniel Brühl) y James Hunt (Chris Hemsworth).