Josep María Bartomeu y Ernesto Valverde mantuvieron una reunión con la junta directiva de Barcelona en la que se terminó de resolver la salida del Txinguirri luego de la caída en la Supercopa de España, pero más aún por lo poco demostrado por el equipo desde su llegada, donde quedó marcado por las eliminaciones de Champions League ante Roma y Liverpool.

En un día en el que ya se sabía que la decisión era inminente, el equipo de Cataluña debía salir en búsqeuda de un nuevo entrenador, sabiendo que ya había recibido el primero revés de Xavi Hernández, comprometido con el Al-Sadd de Qatar. A partir de allí, surgieron varios nombres y en ellos aparecieron tres argentinos.

Mauricio Pochettino era el que más convencía, pero sus declaraciones e identificación con espanyol lo dieron por descartado, y un paso más atrás llegaban Gabriel Milito, como una especia de "parche" hasta junio, Marcelo Gallardo, al que no llegaron a contactar, pero que está en carpeta hace meses.

Por esas diferentes complicaciones, el elegido es Quique Setién, actual entrenador de Betis. Tras analizar varios nombres, ese fue el proyecto que más convenció y se espera que en las próximas horas se avance, una vez que se haga oficial la salida de Ernesto Valverde, a través de un comunicado oficial.

"Quique contaba con más pros que contras a la vista de las opciones que tenía sobre la mesa la secretaría técnica. Un entrenador muy en la línea de la escuela Barça, cruyffista reconocido, cercano a Guardiola, ferviente defensor de la victoria a través del juego, conocedor y veterano (62 años) del fútbol español", destacó el diario Marca.

Eso sí, su historial no es nada fuerte pensando en que no participó jamás de la Champions League y sus logros son menores al lado de semejante desafío, ya que su expediente marca que entrenó a Racing de Santander, Poli Ejido, la selección de Guinea Ecuatorial, Logroñés, Lugo, Las Palmas y Betis.