Conor McGregor volvió a competir luego de su tercer retiro y un año de actividad y cayó contra Dustin Poirier en el UFC 257 en el segundo round por nocaut, siendo este el primero en toda su carrera.

El irlandés le había prometido a sus fans un regreso con un triunfo rápido, pero gracias a la estrategia de apostar a la corta distancia, al forcejeo y a derribar a su rival, Poirier comenzó con el pie derecho.

En el segundo round, Poirier se hizo un hueco bajando el cuerpo y sus puños a la cara para pegarle con su brazo izquierda tres veces hasta que tambaleó y lo remató con un cross de derecha, siendo este el final de la pelea.

Conor le reconoció la victoria y saludó a su rival cuando logró levantarse y declaró: "Esto es difícil de tragar, pero seguro que voy a volver". Su vuelta fue específica para este combate, que le dejó una ganancia de cuatro millones de dólares a su bolsillo, aunque se especula con que volverá a hacerlo algunas veces más antes de que acabe el año.

Esta pelea, que tuvo 2.000 espectadores y se convirtió en la más convocante luego de la pandemia de coronavirus, fue determinante para encontrar al próximo campeón mundial de la categoría peso ligero, cuyo campeón es el ruso Khabib Nurmagomedov, quien se encuentra retirado tras el triunfo sobre Conor McGregor en 2019.