Fue una final apática y sin emociones. Sin embargo, poco le importa al Real Madrid quien, gracias a un golazo de Cristiano Ronaldo, derrotó al Gremio de Porto Alegre por 1 a 0 y se quedó con el Mundial de Clubes.
No fue una final vistosa como la que nos tiene acostumbrados el equipo español. Básicamente porque Gremio no estuvo a la altura de esta clase de partidos y se encontró ante un Real Madrid que mejoró, por lejos, lo demostrado en la semifinal ante el Al Jazira.
El equipo de Zinedine Zidane fue amplio dominador del juego. En la primera parte, tuvo algunas situaciones de peligro para concretar, pero la figura de Marcelo Grohe mantuvo el empate.
Sin embargo, a los ocho minutos del segundo tiempo, un tiro libre de Cristiano Ronaldo, con cierto infortunio para los brasileños, se clavó junto al palo derecho de Grohe marcando el único gol del partido.
Gremio nunca hizo pie en el encuentro, ni siquiera en desventaja. Cada oportunidad de contraatacar siempre fue mal ejecutada por los futbolistas del equipo de Renato Portaluppi.
Keylor Navas no sufrió mayores sobresaltos y el Madrid controló la ventaja con la pelota en los pies de Isco, Toni Kroos y, sobre todo, Luka Modric, quien fue elegido el mejor jugador del torneo, por encima, incluso, de Cristiano Ronaldo (fue elegido el segundo mejor).
Real Madrid se queda con su tercer Mundial de Clubes (2014, 2016 y 2017) y el segundo de manera consecutiva. De esta manera, iguala al Barcelona como los equipos con mayores consagraciones en este certamen.