Anticipada durante poco más de seis meses y con una transformación física de Mike Tyson que hacía recordar a todos a sus grandes peleas en finales de los 80' y los 90', el estadounidense estaba listo para volver al cuadrilátero a los 54 años, luego de 15 años de su retiro, y tenía adelante a un rival conocido.
Roy Jones Jr. era la otra cara visible de este combate que despertaba multitudes en Los Angeles, en lo que se esperaba iba a hacer un gran evento de combate con la presencia de muchos grandes artistas, así como también otro tipo de peleas teloneras hasta la llegada de "Iron Mike".
Sin embargo, las expectativas de Tyson se cayeron en los últimos días hasta que este martes se confirmó que la pelea fue postergada para el 28 de noviembre, a causa de coronavirus. La explicación tiene que ver con la pandemia pero también con el motivo que traía detrás esta exhibición.
Más allá de volver a vibrar con la leyenda, el famoso "Pay Per View" de estas peleas y una mejor promoción obligaron a frenar toda la aventura que tiene como principal objetivo recaudar algunos millones de dólares entre premios y sponsoreo. Por eso mismo, la Legends Only League (promotora) decidió cambiar la jornada.
Sin embargo, se mantienen varias de las condiciones firmadas, entre las que se asegura un estadio sin público y la participación de la Asociación Voluntaria Antidopaje (VADA) sobre el análisis de sustancias prohibidas. Además, será a ocho rounds, sin cascos y con guantes de 12 onzas que habitualmente se usan para entrenamientos con sparrings.