El teatro San Carlo de Nápoles, fue el escenario de la celebración del 30° aniversario del primer Scudetto del Nápoli, en el que Diego Armando Maradona, fue el gran protagonista.

Ante los 1300 espectadores que coparon el teatro, el argentino repasó toda su carrera futbolística, principalmente su paso por el club sureño, en el que conquistó dos ligas, una Copa UEFA, una Copa Nacional y una Supercopa de Italia, convirtiéndose en el ídolo eterno de los fanáticos.

"Me siento como en casa, como siempre me sentí. Yo no traiciono. En Nápoles fui muy feliz", afirmó Maradona tras ser recibido con ovación apenas pisó el escenario.

Las emociones no tardaron en aparecer cuando se proyectaron en la pantalla diferentes momentos del Scudetto de 1987. Incluso, el Diego se mostró feliz reviviendo el gol ante Inglaterra en el Mundial 1986, en el que eludió a toda la defensa británica.

Antes de finalizar la ceremonia, Maradona tuvo un gesto conmovedor. Llamó al escenario a su hijo, Diego Junior, y le prometió que nunca lo va a abandonar. "Quiero a mi hijo a mi lado. Te pido disculpas después de 30 años. Nunca te dejaré", confesó el diez, arrepentido de pasar muchos años sin reconocer a su hijo.