Se terminaron las conjeturas y especulaciones sobre la final. A las 17 horas de Argentina empezó a rodar la pelota en el Estadio Monumental de Lima y el mundo espera por el campeón de la 60° edición de la Copa Libertadores de América entre River y Flamengo, los dos equipos que han sido los mejores del torneo.

Con caminos cargados de sufrimiento y las series mano a mano en las que se hicieron fuertes, la final única es la oportunidad para dar un partido irrepetible y cargado de emociones en un país que no es familiar para ninguno de los dos, pero en donde se sienten acompañados por más de 15 mil hinchas de cada lado.

Jorge Jesús y Marcelo Gallardo decidieron confirmar el equipo en la conferencia de prensa de la jornada de ayer, y en ninguno de los dos casos hubo sorpresas. Tanto Flamengo como River salieron a jugar de memoria, y quieren imponer su juego par ser campeón.

En los primeros minutos, el que se mostró más cómodo en la cancha fue River con la pelota en los pies, pero sufrió la subida de Bruno Henrique por la izquierda del ataque. Sin embargo, para de contra, tuvo las jugadas de peligro con Borré y Suárez, pero sin concretar, hasta que llegó la escalada de Enzo Pérez.

El volante se acomodó tras un pase mal dado y en el rebote la abrió para Nacho Fernández que la metió exigido y nadie de Flamengo la pudo sacar, dejando a Borré con la chance de liquidar a Alvez y no falló cuando apenas iban 14 minutos, para el 1 a 0.

En el segundo tiempo, River volvió a dominar pero llegó el momento VAR de la tarde. Montiel quedó tendido en el área, Flamengo siguió con la jugada y tras un desborde de Bruno Henrique, Gabigol remató con Armani vencido y su disparó pegó en el cuerpo de De La Cruz, y después en la mando. La jugada siguió y el arquero salvó una pelota brutal.

En la revisión de la jugada por los árbitros asistentes, no se advirtió la infracción del uruguayo y el encuentro continuó con normalidad, cuando restaban 30 minutos de partido por jugarse.

Sin embargo, el partido cambió de dueño con la pelota en los pies. El ingreso de Diego y el desgaste de River llevó al equipo de Gallardo a cederle la pelota a Flamengo, que hizo lo que más sabe hacer. Parado de contra, nunca capitalizó y en la contra fue letal Gabriel Barbosa, que estaba desaparecido.

Primero, a los 89 y con una jugada brutal de Henrique, Ribeiro la metió y Gabigol la mando a guardar, y cuando parecía que se iba al alarge, Pinola erró la única pelota del partido y se la sirvió al ex Santos adentro del área que fusiló a Armani para el 2 a 1 a los 92 minutos de partido.