Argentina llegó a Tokio 2020 golpeado en varios aspectos y sin la preparación esperada, pero varios dejaron la vara alta pensando en los tres años que distancian estos Juegos Olímpicos de los de París 2024. Entre esas disciplinas que ha dado buenos augurios aparece el canotaje y sus tres representantes.

Agustín Vernice fue el primero en romper la marca de la clasificación y luego de acceder a semifinales se ganó el derecho a participar de la final olímpica. A pesar de sus sensaciones, el kayakista destacó la gran tarea y se ilusiona a ir por más en lo que viene.

A los días, fue el turno de la presentación de Rubén Rézola, en K1 200, y de Brenda Rojas, en K1 500, en donde esta última buscaba tomarse la revancha tras no haber podido clasificar más allá de cuartos de final en los 200, su categoría predilecta. Sin embargo, pudo hacerlo en la distancia mayor, al igual que su compañeros.

Ambos en semifinales, este inicio del Día 13 se presentaron en semifinales con la chance de soñar con una final olímpica pero no les alcanzó y se contentan con su gran objetivo. Por el lado de Rézola, alcanzó la final B donde completó el 7° puesto y de esta manera fue 15° en la general, mientras que Rojas no alcanzó dicha etapa y quedó 7° en su serie de semis.

De esta manera, se despidieron de Tokio 2020 sin la chance de medalla pero con un paso más cumplido y la chance de medirse contra los grandes competidores del mundo, pensando en lo que se viene.