Delfina Chaves sobre sus parálisis del sueño: "Si hago esto público es para que la salud mental deje de ser un tabú"
La protagonista de "Argentina: tierra de amor y venganza" contó su experiencia para concientizar y profundizó sobre su infancia, en el que destacó la compañía y cariño de su hermana mayor.
“Todo era reacción y culpa, y en la adolescencia exploté”, se sinceró en conversación con la revista Gente, donde decidió dar más detalles para concientizar desde su experiencia.
Delfina Chaves | Foto: Instagram @delfichaves
“A los doce años empecé a sufrir los primeros ataques de ansiedad. Fue difícil entenderlos, porque no distinguís si lo que estás viviendo es real, como si te alienaras. Eran años duros. Me habían dejado sola con mamá y nuestra relación no era la mejor. Me ocupaba mucho de ella hasta que necesité un espacio de cuidados para mí. Nadie me sacaba de ahí”, contó.
Fue entonces cuando reflexionó: "Delfi, esto es una decisión muy personal". Y a sus trece años tomó las balijas, pidió un remís y dijo: "Perdón Má, pero es hora de priorizarme". "Le caí a papá –en su mini departamento de 'soltero'– con uniforme de colegio y el 'acá me quedo'. Durante cuatro años me acomodó donde pudo, ¡en un cuartito sin persianas!”, recordó.
"Si hago público este tipo de relatos es para concientizar, para que la salud mental deje de ser un tabú y se convierta en tema de charla corriente. Para que se abran caminos de tratamiento y solución. Sin prejuicios ni miedo a que nos crean locos", remarcó Delfina.
“Asumo que el problema era yo. Era picantísima. Contestadora. Estaba pasándola muy mal, fuese donde fuese. Al 'escapar' de casa de mamá sobrecargué la mochila de papá con toda la idealización y miles de inconformidades y demandas. Le reclamaba todo aquello que necesitaba de mi vieja. Él tenía que saber de antemano cuando yo estaba mal, cómo y hasta cuándo quedarse al lado mío. A veces era un 'Bueno, Delfi, tranquila mi amor’. Otras se iba. Le exigí demasiado y él podía hasta cierto punto”, añadió.
Como Delfina, existen diversas personas que padecen el mismo trastorno. “Si hago público este tipo de relatos es para concientizar. Para que la salud mental deje de ser un tabú, un fantasma que mete miedo, y se convierta en tema de charla corriente. Para que se abran caminos de tratamiento y solución. Sin prejuicios ni miedo a que nos crean locos. (…) No hay certeza de que no me suceda otra vez. Pero gané la tranquilidad. Hoy sé que tengo las herramientas necesarias para hacerle frente, asimilar la situación y acompañarla”, aseguró.
Delfina Chaves en la portada de la revista Gente | Foto: Instagram
Hoy, la actriz es la protagonista de "Argentina: tierra de amor y venganza", la tira diaria de Pol-ka. El nivel de audiencia la pocisiona como una figura cuyas declaraciones son oídas y poseen un importante nivel de recepción, por lo que visibiliza sus vivencias.
“Llegó un momento en que ya no alcanzaban los 'Tranqui Delfi, vas a estar bien'. Tenía diecisiete y necesitaba la voz de alguien extra-familiar, que me escuchase sin las preocupaciones de la diaria, y sin etiquetarme. Que me sentase y dijese, 'A ver, ¿cómo lo viviste? ¿Qué sentiste? Revisemos el porqué'. Un día llamé a una psicóloga, pedí cita y comencé a encaminarme. Mi psicóloga me salvó la vida. Me ayudó a mirarme de cerca, a quitarme algunas culpas. Entendimos juntas de dónde viene esa ultra moral conmigo misma. Esa necesidad de controlar todo. Porque la ansiedad tiene que ver con eso. La amo. Es el día de hoy que cuento con su mensaje de WhatsApp, y hasta viene a verme a cada estreno”, mencionó.
El fuerte vínculo con su hermana, Paula Chaves
Delfina tiene valiosos recuerdos junto a su hermana mayor, quien supo cuidar de ella hasta en los momentos más hostiles que atravesó su familia. La define como "como una guererra decida y protectora".
"Paula era quien llenaba la heladera de casa. Me compraba ropa. Estaba pendiente de cada necesidad", reconoce Delfina.
Mientras que la familia atravesaba la crisis de 2001-2002, Paula se convirtió en una celebridad reconocida mediante el reality Súper M. En esos años, los tres hijos de la familia -ambas tienen un hermano, Gonzalo, de bajo perfil- vieron los duros momentos económicos de su padre y cómo su madre caía en la depresión y el alcohol.
Delfina y Paula Chaves
"Paula era quien llenaba la heladera de casa. Me compraba ropa. Estaba pendiente de cada necesidad", recuerda Delfina, quien recuerda un momento que habla de su vínculo por sí sólo.
Delfina y Paula Chaves
"Me acuerdo del día en que me abrí el labio haciendo gimnasia artística, un capricho que me duró días. Pau llegó antes que la ambulancia. Su compañía fue, y aún es, un respaldo", destacó.