En junio se cumplirán 50 años desde que María Antonieta de las Nieves se puso en la piel de la Chilindrina, una niña de 8 años que habitaba la vecindad del Chavo.
Y aunque el personaje le trajo muchísimas satisfacciones, también por las exigencias de la caracterización tuvo graves problemas de salud. Ya que para conseguir parecer una niña, se fajaba los senos a diario, y esto le provocó desarrollar algunos tumores que pusieron en riesgo sus órganos mamarios.
“Para verme nena me las apachurraba, me las vendaba. Las primeras veces que usé la faja yo dije, ‘a ver hasta donde aguanto’, y aguanté 50 años”
“Para verme nena me las apachurraba, me las vendaba. Las primeras veces que usé la faja yo dije, ‘a ver hasta donde aguanto’, y aguanté 50 años”, comenzó diciendo en una entrevista con el periodista Yordi Rosado.
Luego profundizó sobre las complicaciones que padeció: “Cincuenta años con el busto apretado. ¿Qué pasó? Que me casé, que tuve a mi hijo, que se me hicieron unos tumores horrendos en los senos, que no pude amamantar bien a mi bebé porque no salía la leche”.
Estos tumores la obligaron a pasar por el quirófano y luego de eso, según contó pasó un infierno: “Me inflé toda. Me puse realmente grave, me vino una infección generalizada, casi pierdo un seno”. Además sostuvo que le pusieron siliconas, pero que no le gustaron porque era muy grandes y prefirió sacárselas.
En el año 2000 su marido fue diagnosticado con cáncer de próstata. En aquel entonces, ella prefirió que lo operaran a él primero, y afortunadamente todo salió muy bien. “Cuando me tocó a mí entrar al quirófano encontraron cosas feas adentro de los senos por haberme fajado tantos años. No sabés lo que he sufrido yo por mi Chilindrina”, concluyó.
Hoy la actriz de 70 años goza de buena salud y está esperando su turno para acceder a la vacuna contra el coronavirus.