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Guillermo Andino contó cómo transitó el coronavirus y se quebró al aire

El conductor recuperado se incorporó de nuevo al equipo de trabajo y narró su experiencia con la enfermedad. 

Guillermo Andino contó cómo transitó el coronavirus y se quebró al aire

Guillermo Andino regresó este lunes a Informados de Todo, el ciclo que conduce por la pantalla de América, luego de haber dado positivo de coronavirus y ser reemplazado por Horacio Cabak. 

En el programa contó cómo fue su experiencia y cómo transitó la enfermedad sin poder evitar las lagrimas: "El miedo es no poder contarla" dijo en un momento. 

En su relato empezó muy positivo pero no pudo evitar la emoción al narrar el miedo que sintió de durante el proceso y al hablar de cómo lo vivió el resto de su familia. 

“¿Saben por qué? Yo soy una persona muy metódica para trabajar. Y cuando te dicen que tenés coronavirus y no tenés 20 o 30 años, sino que tenés 40, 50, es donde decís ‘¿a ver cómo va a jugar el coronavirus conmigo?’”, explicaba el conductor de América que se mantuvo los 14 días aislado en su casa, ya que solo el y una de sus hijas se contagiaron. 

Separado del resto de su familia, escribió un diario con sus sensaciones y en donde relató cómo transitó la enfermedad. “Escribía de noche porque yo sabía que si llegaba a la noche le ganaba el día al coronavirus”.

"¿Te asustaste?”, le preguntó Pía Shaw. “Sí –respondió –, porque me dio miedo. Lo confieso porque veía mucha gente que la estaba pasando mal. Cuando ves eso decís ‘¿me tocará a mí o no?'. La pregunta que uno se hace en estos casos es ‘¿cómo será conmigo?’”.

“El miedo es no poder contarla. Es así de simple, continuó Andino. Vos querés que esto pase lo más rápido posible”. En el septimo día, según su relato, Andino contó que tuvo un fuerte dolor de cabeza que no le permitió nisiquiera comer. 

“Amor, no quiero comer. Quiero dormir”, le dijo a su mujer. “Y empecé a rezar y me dormí cinco horas”, dijo, y reveló que en aquella siesta soñó. “Yo nunca sueño”.

Y, otra vez con lágrimas en sus ojos y la voz quebrada, reveló que soñó con su padre, Ramón. “Me soñé caminando con mi viejo por la playa. Sin hablar, con particularidades, yo estaba así, con 52 años, más grande que él”, le decía a sus compañeros y al público que lo sigue todas las mañanas.

“Fue como una caminata muy tranquilizadora. Y me desperté y se lo conté a Caro y me empecé a sentir mejor. Sentí que no tenía dolor de cabeza, ya me importaba un bledo si no podía sentirle el gusto a la comida, lo que quería era que me dieran el alta”, concluyó. 

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