Anibal Lotocki realizó un video en su cuenta oficial de instagram donde responde a las dudas de los clientes que tienen miedo de operarse con él por las denuncias de mala praxis que llevan adelante Virginia Gallardo, Silvina Luna y Gabriela Trenchi.

En el descargo, el médico asegura que le llegan muchos mensajes de personas que aman su trabajo y los resultados que ofrece, pero que no se operarían con él por las supuestas denuncias mediáticas.

Para disipar las dudas explicó " Esto empezó en el 2015 donde 3 pacientes denunciaron que supuestamente tenían enfermedades producidas por una intervención quirúrgica que yo les realicé con un producto apócrifo que no estaba aprobado para colocar en los lugares y en las cantidades que yo les apliqué", arrancó en su defensa.

Y continuó: "Esto se judicializó, obviamente y presentamos las pruebas de que esto no es así y que está aprobado en las cantidades y en los lugares donde nosotros colocamos y a su vez el peritaje resolvió que las enfermedades que las pacientes tienen o cursan no tienen nada que ver con el procedimiento que yo les hice".

Luego enfatizó en su inocencia y responsabilizó a las víctimas de dilatar los procesos judiciales, que según él ya los tiene ganados de ante mano.

Al ver esto Virginia Gallardo, quien actualmente se desempeña como panelista en Intrusos, respondió a los dichos por el cirujano y contó intimidades de la causa que lleva adelante junto a otras mujeres.

“Muchas veces se tocó el tema acá, y escuché a Adrián Pallares decir que le tengo miedo, sino que se trata de esto: de ir a la Justicia y tener que esperar diez años para que al final lleguen a algo, que no se sabe qué van a resolver”.

Luego, agregó: “De él no tengo miedo, pero una vez dije que me había puesto dos pelotas de básquet y me mandó una carta documento. O sea… Tuve una mediación con él no hace mucho, porque siempre estuvo la intención de ver hacia dónde íbamos”.

Ahí fue cuando reveló un dato desconocido de la causa: “Pero surgió algo. En esta última mediación cuando llegué había cuatro personas más. Yo me pregunté quiénes eran, y eran personas que había puesto de testigos, que terminaron acusándolo a él. Fue buenísimo. Él les decía que no digan esas cosas, y ellos le aclaraban que iban a decir lo que quisieran”.

“Lo que indigna es que frente a todos estos casos, él siga su vida de forma natural. Sigue atendiendo como si nada, y cambió miles de quirófanos”, concluyó