Grandes cambios se fueron dando de época en época. Las redes marcaron un antes y después en todos los ámbitos de la vida, y uno de ellos fue la amistad. Si bien puede tener su lado positivo, lo negativo también viene de la mano.

Ya nadie viene sin avisar y te toca el timbre de tu casa al grito de: "Soy yo, estoy afuera", ni siquiera tocan el timbre, un mensaje de WhatsApp con un simple: "Abajo", avisa que ya llegaste. Ahora todo es mucho más simple con las redes sociales. Las distancias se acortan, los tiempos aún más, lo cual puede ser beneficioso o no, según la utilidad que se le de.

Facebook reencuentra personas que quizá están hasta separadas por mares, te conecta con aquella amiga de la infancia con la que nunca más tuviste contacto, y hasta te recuerda aquellos momentos en los que compartías divertidas fotos de tu adolesencia. ¡Punto para esta red! Aunque también ha delatado a muchos enemigos.

Un simple e inocente like o tan solo un comentario, hoy pueden transformarte la vida en un instante. Sin mencionar las fotos delatoras que de repente invaden el inicio de tu Facebook.

Todo cambia, todo muta, nada permanece en el tiempo. Las horas y horas que las amigas se la pasaban hablando colgadas al teléfono fijo se transformaron en simples conversaciones de WhatsApp, en las que los audios (eternos) y las fotos resumen todo. 

"¿Qué me pongo?", ya ni siquiera es necesario juntarse en una misma casa antes de salir para tener opiniones de qué nos queda mejor, con una simple foto frente al espejo podemos resolver ese gran embrollo que nos perturba a todas.

Pero no es el único grupo de WhatsApp que arde y no para de sonar, el de los chicos también lo hace, pero con otra temática totalmente diferente: "A las 8 fútbol", "Hoy asado en casa", "La minita del otro día me invitó a una previa con amigas", "Miren este video, juro que no es porno". De todos modos, es otra de las relacione que se ve reducidas a una pantalla de teléfono.

Las largas noches de charla vía chat equivalen a las largas noches en las que tu amigo/a no paraba de hablar desde el colchón que le tirabas en el piso y vos lo escuchabas al ritmo de: "Vos hablá que yo te escucho, cierro los ojos pero no me duermo".

Y podría mencionar infinidades de cambios que se produjeron en las relaciones, a lo largo de los años, gracias a la tecnología, pero se convertiría en una lista tediosa e infinita. Como con todo lo nuevo, siempre existen pros y contras, simplemente hay que saber hacer uso de ello y no perder de vista lo más importante de todo, en este caso: la amistad.