Con base en Reino Unido y sede en más de 70 países, la ONG Fashion Revolution tiene como principal objetivo sensibilizar al mundo sobre los problemas más difíciles de la moda. Desde dar a conocer lo que sucede tras el armado de una prenda y buscar esclarecer las condiciones de trabajo dignas de quienes las realizan, hasta concientizar acerca del efecto del consumo desmedido o la contaminación que produce esta industria.

Liderada por Carry Somers y profesionales del mundo de las comunicaciones, la política, el branding y la educación, este gran equipo se encarga de organizar la campaña de cada año y extenderse a nivel mundial al incluir nuevos representantes. “Se necesitan auditar los talleres clandestinos, fijar regulaciones ambientales asociadas a la fabricación textil y también penalizar las etiquetas que trabajan con salarios indignos” asegura Tatiana Baigorria, representante del movimiento en nuestro país. El valorar tanto las prendas artesanales como los nuevos diseñadores, sumergirse en la tendencia “vintage” que es furor en todo el mundo e incentivar a otros a hacerlo es, sin duda, un gran paso de entrada para sumarse a esta propuesta.

Desde su página web www.fashionrevolution.org se pueden descargar diferentes contenidos- desde documentos informativos, hasta imágenes de las campañas y pósters para imprimir con el lema “who made my clothes?”- que invitan a mostrar que el cambio es posible y que se puede crear un futuro más ético y sustentable.