Durante el fin de semana se desarrolló la primera Copa Mundial de Fortnite y el quinto puesto del argentino Thiago “King” Lapp, que le valió un premio de 900 mil dólares, puso el juego en boca de todos y en el radar de una gran cantidad de adultos que repentinamente comenzaron a dudar de pedirle a los chicos que “dejen un rato los videojuegos”. Pero ¿qué es Fortnite? y más importante ¿cómo se convirtió en uno de los fenómenos culturales más importantes de los últimos tiempos?

El nombre oficial del Fortnite que conocemos en realidad es Fortnite: Battle Royale, el modo gratuito del juego original. Fortnite en realidad nació como una experiencia cooperativa para cuatro jugadores que combinaba elementos de (otro fenómeno) Minecraft, como la recolección de recursos y la construcción de edificaciones, con un combate más propio del modo conocido como “horda” en muchos juegos. El objetivo del juego es recolectar recursos, fabricar armas y fortificar estructuras durante el día para sobrevivir a las hordas de enemigos que salen a cazar durante la noche. 

La versión original de Fortnite fue lanzada en julio de 2017 y recibió críticas tibias. Mientras tanto, los jugadores comenzaban a ponerse a los pies de Player Unknown’s Battlegrounds (PUBG), el juego del desarrollador Brendan Greene que nació como un mod y se convirtió en una bestia que tomó al mundo por asalto cuando debutó en marzo de ese mismo año. La propuesta de PUBG era tan sencilla como atractiva: cien jugadores se lanzan en paracaídas a una enorme isla y deben hacerse con armas y accesorios distribuidos al azar en diferentes locaciones para ser el último jugador o equipo en pie. Inspirado en la película de Kinji Fukasaku, PUBG se estableció como el primer juego del género battle royale y la debilidad de los millones que día a día combatían hasta el último hombre (o la última mujer) en la isla.

Epic Games tomó nota del fenómeno decidió probar suerte con sus propia versión del juego. Aprovechando la disponibilidad de recursos (personajes, ítems y edificaciones) y sistemas (construcción, disparos y microtransacciones), puso al equipo a crear una isla propia y en septiembre de aquel 2017 lanzó Fortnite: Battle Royale de forma gratuita y bautizó el juego original (todavía pago) como Fortnite: Save the World. 

Si bien Fortnite: Battle Royale era una copia descarada de PUBG (a punto tal que el estudio Bluehole demandó a Epic Games), sus diferencias lo volvieron una versión mucho más accesible del género: distribuir el juego de forma gratuita fue clave para poder poner una copia en cada PC y consola en los primeros meses, y el aspecto caricaturesco, la violencia animada y el tono de desenfado lo convirtieron en una experiencia apta para todas las edades. PUBG es la alternativa más seria, realista y metódica, mientras que Fortnite precisa de reflejos rápidos para seguir el frenético ritmo de juego — no por nada los mejores jugadores del mundo resultan ser chicos menores de edad.

El resto es historia. Epic Games experimentó algún tiempo con cambios menores e instaló un nuevo modelo de negocio con el Pase de Batalla, una suerte de voucher que ofrece acceso a una serie modificadores estéticos (diferentes trajes, bailes y diseños de accesorios) pero obliga a los jugadores a desbloquearlos cumpliendo misiones o acumulando experiencia dentro el juego. El Pase de Batalla se volvió un modelo tan exitoso que otros juegos (como PUBG) comenzaron a implementarlo.

Pero fue en marzo de 2018, el día que Drake, Travis Scott y el futbolista JuJu Smith-Schuster se sumaron a la transmisión de Tyler “Ninja” Brevis (por entonces un streamer en ascenso) para jugar algunas partidas en equipo. La transmisión rompió récords en Twitch y de repente el mundo entero quería saber cuál era el juego que había atraído a tal dream team. Semanas después llegaría la primera versión para dispositivos móviles del juego a los teléfonos y tabletas de Apple y en junio y julio debutarían las versiones para Nintendo Switch y el sistema operativo Android respectivamente. 

Fortnite era gratuito, estaba en todos lados y (casi) todas las versiones compartían el mismo mapa, los mismos modos de juegos y las mismas versiones. Nadie se quedaba afuera sin importar dónde jugara y el producto de Epic Games se convirtió en un fenómeno cultural que durante el siguiente año se impuso en todos los aspectos de la cotidianeidad de millones de jóvenes. Fortnite generó una legión de youtubers, streamers y jugadores que ha crecido con el juego y el éxito de la Copa Mundial (tanto en materia de organización como en espectadores) confirma que el fenómeno está en uno de sus mejores momentos.

Hoy la isla de Fortnite está prácticamente irreconocible (el último gran evento fue la lucha entre un monstruo gigante y un robot que destruyó parte de las locaciones), pero el objetivo sigue siendo el mismo: ser el último jugador en pie. Sin embargo, la inclusión de un nuevo modo de juego ha expandido todavía más las posibilidades del producto. Actualmente Fortnite se divide en tres segmentos fundamentales:

• Save the World: El modo original continúa funcionando y recibiendo actualizaciones ocasionales. El crecimiento del resto de los modos de juego lo ha dejado en el olvido y aunque se estimaba que Epic Games lo volvería gratuito en algún momento de este año, por el momento no ha habido novedades al respecto.
• Battle Royale: El modo estrella de permite lanzarse a la isla en solitario, a dúo o en equipo (de hasta cuatro jugadores). Además ofrece acceso a eventos especiales (como los crossovers con Avengers), modos de tiempo limitado (como batallas que sólo utilizan armas explosivas) y el Patio de Juegos, un espacio ideal para practicar las mecánicas de construcción y familiarizarse con las armas.
• Creativo: La última incorporación es, básicamente, una fábrica de mapas y modos de juego. Los usuarios disponen de una isla y pueden construir lo que deseen, creando diferentes escenarios y reglas. El Modo Creativo abrió la Copa Mundial, poniendo a los jugadores a competir en diferentes pistas que habían sido creadas dentro de este entorno. 

Hecha la presentación de rigor y repasada la historia de origen del juego, les dejamos algunos tips para quienes quieran probar el juego pero no estén demasiado seguros de por dónde empezar. Como siempre lo ideal es aprender las mecánicas y tirarse de cabeza al Patio de Juegos para practicar la construcción, fundamental para salir airosos de los enfrentamientos — además en esa zona especial los recursos (madera, metal y piedra) se recolectan a un ritmo mucho mayor que en el juego regular, lo que permite experimentar mucho más sin tener que pasar minutos dándole con el pico a todas las estructuras.

El juego está disponible en todas las plataformas y los consejos aplican a todas las versiones.

1. No pierdas el control

Ya sea con joystick o mouse y teclado, una configuración con la que nos sintamos cómodos es imprescindible para un buen desempeño en el campo de batalla. En las opciones del juego, dentro de la configuración del control, se puede modificar la asignación de teclas y botones, la sensibilidad de la mira e incluso activar opciones como la construcción automática al mantener pulsado el botón de confirmación (ideal para acelerar la construcción) y el alineamiento de los ítems de saludo en el lateral derecho del inventario (para dejar los casilleros de la izquierda para las armas y así poder alternar entre ellas con mayor facilidad). Te va a tomar algunas partidas encontrar la configuración de botones ideal para vos, pero es el primer paso para familiarizarte con las mecánicas y crear memoria muscular sin enredarte.

2. Dejá que el bondi te lleve

Cuando el autobús llega a la isla la mayoría de los jugadores decide lanzarse de inmediato para llegar primero a las locaciones más populares (y aquellas con mejores ítems para recoger). Pero en las primeras semanas es mejor dejar esa ansiedad para los que saben y viajar hasta uno de los extremos de la isla, donde generalmente caen pocos jugadores (que pueden verse flotando), para poder explorar y recolectar recursos en paz. Una buena táctica es caer lentamente con el planeador abierto y esperar a que aparezca la tormenta para saber dónde es más conveniente aterrizar. Habrá tiempo para combatir cuando los jugadores se encuentren en el centro del mapa.

3. La rareza de la armas y la curación

En el universo de los videojuegos con loot, el color de los ítems define qué tan poderosos o resistentes son, y Fortnite no es la excepción. Más allá del tipo (ametralladoras, escopetas, rifles francotirador, etc) el poder de fuego de las armas se indica por su color en el siguiente orden: gris, verde, azul, púrpura y dorado, cada una con sus propia cadencia de tiro, impacto y tiempo de recarga — datos que se encuentran disponibles en la pantalla de administración de recursos. La curación, por su lado, se identifica por el tamaño: las bebidas pequeñas te dan 25 puntos de escudo (pero no cargan por encima de los 50) y la grande 50; el Slurp otorga 75 puntos en total (primero energía y luego escudo) de forma progresiva y el Chug Jug completa ambos indicadores. Las vendas recuperan 15 puntos de energía (hasta 75) mientras que los kits médicos completan la energía vital.

4. El sonido es importante

Usá auriculares. No tienen que se auriculares gamer de última generación, pero poder escuchar los pasos de un enemigo en el piso superior de una casa o el canto de sirena de un cofre dorado lleno de magníficas recompensas es fundamental. Sí, los parlantes del a tele seguramente harán el trabajo, pero unos auriculares ayudan a la inmersión y te mantienen atento a tu alrededor. Una puerta que se abre, un disparo a la distancia o el rugir de un motor son los indicios de que alguien está cerca y es hora de prepararse para la batalla, esconderse o escapar.

5. Vivir solo cuesta vida

Una de las grandes ventajas de Fortnite es que siempre hay otra partida esperando a dos botones de distancia. Si aterrizaste, conseguiste algún arma con la que te sientas seguro y estás cargado de escudo, animate a combatir en lugar de escapar o esconderte. Cada arma tiene sus particularidades y la única forma de descubrir cuál es la que mejor te funciona por tu estilo de juego es usando el arsenal a disposición. Ganar sin disparar un tiro es posible, pero difícil, y la única manera de practicar es enfrentándote a otros jugadores, aunque eso signifique terminar en el puesto 70 durante algunas semanas. Si Thiago puede jugar ocho horas por día para entrenar vos podés ser agresivo un par de partidas por sesión.

6. Con vos hasta la muerte

A menos que seas un jugador profesional que se tira donde está la acción desde el primer minuto o busca activamente a otros jugadores, Fortnite tiene mucho tiempo de ocio en el que vas a pasar yendo de un lado al otro del mapa, agazapado e intentando mantener un control de los flancos. Por eso, de ser posible, es mejor tener compañeros o compañeras para hacer esos momentos más placenteros —al fin y al cabo Fortnite es tanto un juego como una experiencia social-. Si no juntás otras tres personas para armar el equipo, por lo menos intentá jugar en pareja.

7. Sacá el Bob el Constructor que hay en vos

Lo dijimos y lo repetimos: la construcción es uno de los aspectos fundamentales de Fortnite. No solo ofrece refugio a los ataques ajenos sino que también te otorga altura, una variable que puede resultar clave en cualquier enfrentamiento. Para construir es necesario poseer recursos, así que acostumbrate a golpear paredes, árboles y estructuras para juntar el preciado material que será la base de tus edificaciones. En el caso de los árboles intentá no destruirlos por completo porque su desaparición se ve a la distancia y puede dejar en evidencia tu ubicación y cuidado con los vehículos porque golpearlos activa la alarma. Activá la construcción automática en la configuración de control para armar estructuras básicas (como paredes a tu alrededor y rampas) con rapidez, y una vez que hayas dominado ese aspecto metete de lleno en la edición.

8. La buena pilcha tiene precio

¿Te mató una banana? ¿Ves que otros jugadores tienen trajes, paraguas y picos geniales y te morís de envidia? La mayoría de los ítems (por lo menos los más vistosos) se encuentran detrás del Pase de Batalla, por lo que para acceder a ellos no solo será necesario pagar los diez dólares sino también jugar lo suficiente para desbloquearlos. Aún así cada tanto hay kits gratuitos en todas las plataformas, así que si estás atento quizá puedas ligar algo de arriba. Otra estrategia es quedarte con el traje por defecto y dar la impresión que sos nuevo para crear falsas expectativas en los enemigos. 

9. El ojo de la tormenta

La tormenta, el enemigo silencioso de Fortnite, siempre está al acecho. Si bien se mueve lentamente tenés que estar atento a los indicadores sonoros y la cuenta regresiva, que dice cuánto va a tardar en empezar a contraerse el círculo y cuánto tardará en llegar al próximo límite. Tené en cuenta que al personaje le toma 45 segundos atravesar cada uno de los cuadros de la grilla del mapa sin tener en cuenta los cambios de terreno. La tormenta no consume escudo sino directamente energía y a medida que el círculo se va achicando el daño que realiza es mayor. Por eso al comienzo vale la pena esperar en el aire hasta que se forme el primer círculo para ver qué tan lejos vas a quedar del próximo.

10. La Isla Inicial también sirve

Antes de subirte al Autobús de Batalla el juego te va a dejar esperando que lleguen el resto de los jugadores en la Isla Inicial, un lugar lleno de armas para probar y elementos para destruir y juntar recursos. Aunque el impulso inicial es huevear e intentar molestar al resto de los jugadores vale la pena aprovechar ese minuto para practicar la construcción o utilizar algunas armas quizá sea un poco más difícil encontrar dentro del juego.