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Gaming #Fortnite

Un informe revela pésimas condiciones laborales en el estudio de Fortnite

El equipo detrás del juego más exitoso del mundo convive en condiciones hostiles.

Un informe revela pésimas condiciones laborales en el estudio de Fortnite
El estudio detrás de Fortnite enfrenta acusaciones de explotación

Otra semana, otra historia de explotación laboral en la industria de los videojuegos. Esta vez fueron empleados y ex-empleados de Epic Games, el estudio responsable del fenómeno Fortnite, los que confiaron al portal Polygon sus historias de hostilidad, crueldad, tristeza e indignación que la empresa, a su manera, confirmó.

Más de una docena de trabajadores hablaron con el portal durante los últimos meses y confirmaron que las semanas de 70 horas de trabajo son regulares, que en ciertos casos llegaban 100 horas. El estudio asegura que las horas extras son voluntarias, pero de acuerdo a los testimonios los empleados que no cumplan con las demandas (en particular los que están bajo contrato) son reemplazados.

“Uno de los empleados de mayor rango decía ‘Simplemente conseguí más cuerpos’. Así le decían a los contratados: cuerpos. Y cuando terminamos con ellos, simplemente nos deshacemos de ellos. Pueden ser reemplazados con personas frescas que no tienen la toxicidad del disgusto.”

Un representante de Epic Games confirmó que los empleados están lidiando con condiciones de trabajo mucho menos que ideales por el éxito del juego y que desde la empresa trabajan para solucionarlo —en particular las “situaciones extremas” como las semanas de cien horas de trabajo, que definió como “increíblemente raras”—. Al respecto de los contratados, el portavoz dijo que los contratos duran entre seis y doce meses se renuevan “basado en la calidad del trabajo y la voluntad para trabajar cuando es necesario para cumplir con fechas de lanzamiento críticas.”

Las declaraciones de los empleados coinciden con aquellas salidas de Rockstar Games o Telltale Games que dicen que la presión no solo llega por parte de la corporación sino también de los mismos pares y sí mismos. En el resto de los estudios las horas extra también son consideradas opcionales, pero los trabajadores que no se queden a cumplir con su cuota saben que no solo corre peligro su trabajo sino también que sus tareas terminarán en manos de alguno de sus compañeros.

“La empresa nos da tiempo libre ilimitado, pero es casi imposible tomárselo. Si me tomo algo de tiempo libre, la carga de trabajo recae en otros, y nadie quiere ser esa persona,” decía una de las fuentes. “El mayor problema es que estamos desarrollando parches todo el tiempo. Los ejecutivos están enfocados en mantener a Fortnite popular por la mayor cantidad de tiempo posible, especialmente con la nueva competencia que llega constantemente.”

Lo que más sorprendió a los trabajadores es que los cambios en la cultura del estudio sucedieron de la noche a la mañana. El éxito de Fortnite fue una sorpresa para propios y ajenos y la empresa generó un ritmo de actualizaciones y novedades que se terminó volviendo insostenible. “Hacíamos horas extras cuando era necesario, pero siempre teníamos bastante tiempo para prepararnos para el crunch.”

El un ciclo de desarrollo convencional el crunch (el período durante el cual trabaja más de 50 horas a la semana) se extiende por un par de semanas. Pero con el advenimiento de los juegos como servicio que demandan nuevo contenido constante para mantener a los jugadores atrapados, el crunch nunca termina. 

“Siempre estamos en cruch,” dice un empleado. “El crunch nunca termina en un juego como servicio como este. Siempre estás creando nuevo contenido y más cosas.”

Con Fortnite, Epic Games no solo cambió los ciclos de desarrollo y actualización convencionales, sino que el juego ha creado expectativas irrealistas en el público, que demanda novedades o soluciones constantes. Ese síndrome lo ha sufrido Apex Legends, el excelente battle royale de Respawn Entertainment lanzado en febrero, que al tener una estructura de actualización más convencional no pudo mantener la atención de su base de jugadores y ha desaparecido de la plataformas de streaming. 

Es que nuevo contenido implica nuevas cosas para explorar para aquellos que viven de transmitir juegos. Y quienes están al aire seis o diez horas por día no pueden darse el lujo de perder relevancia. 

“Está matando gente. Algo tiene que cambiar,” dijo uno de los entrevistados. “No puedo ver cómo seguiremos así por otro año. Al principio estaba bien, porque Fortnite era un gran éxito y se sentía bien. Estábamos resolviendo problemas que eran nuevos para Epic: cómo manejar un servicio en línea enorme y global. Pero ahora la carga laboral es interminable.”

A medida que Fortnite crecía, la empresa intentó lidiar con ello contratando más empleados. El equipo pasó de 50 empleados a casi el triple, incorporando trabajadores especializados en el motor gráfico Unreal para asegurar el mejor desempeño en todas las plataformas, pero no fue suficiente y, según el portavoz, continúan contratando pero  “el problema no es financiero, sino la velocidad a la que pueden encontrar empleados altamente calificados.”

Sin embargo no todos los testimonios son negativos. Algunos empleados, aunque conscientes de la explotación, destacan los buenos sueldos, el sistema de bonificaciones y la evolución profesional. “Todo el mundo lo entiende. Te están pagando más que lo que la mayoría de las personas ganarán en sus carreras en cualquier otro lado.”

“Compran tu tiempo y eso se retribuye. Cayate, bajá la cabeza y hacé el trabajo.”

Por supuesto este nivel de resignación no es compartido por otros, que definen tener un fin de semana libre como un “enorme logro”.

“He tenido amigos que se acercan y me dicen ‘No puedo hacerlo más’. He tenido amigos romper en llanto. El crunch es constante.”

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