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Desahogo sexual: cuando el problema no es un fiscal sino la Justicia entera

Esta semana las expresiones de Fernando Rivarola respecto a un abuso sexual en grupo generaron repudio. ¿Es este funcionario judicial inhumano por su frase? ¿Él liberó a los violadores? ¿Por qué no se lo castiga? Las respuestas, en esta nota. 

Desahogo sexual: cuando el problema no es un fiscal sino la Justicia entera
El fiscal Federico Rivarola.

Se dijeron muchas cosas en estos días luego de que el fiscal Fernando Rivarola etiquete de "desahogo sexual" una causa por violación en grupo en Chubut. Muchas de las acusaciones o de reclamos en las redes sociales marcaron al fiscal como un potencial violador y pedían que a los abusadores vuelvan a estar presos. 

Estamos en el 2020, los avances en cuestiones de género fueron muchos a nivel social pero no tantos en la Justicia. Una expresión como la que tuvo el fiscal, causó miles de comentarios negativos y tuvo un repudio claro al respecto. Y quedó claro que hablar de desahogo cuando lo que existe es un delito, ya no está legitimado socialmente

El asunto es que, cuando suceden este tipo de cuestiones, siempre a hay que dudar, cuestionar e investigar. Porque algo que hoy nos parece imposible, en la Justicia argentina, puede suceder. 

La expresión de "desahogo sexual" es y fue altamente repudiada, pero al conocerse esta noticia, descubrimos con sorpresa y desagrado que no la inventó ni se le ocurrió al fiscal Rivarola. Dicho concepto figura en muchos de los escritos y tratados de derecho penal.

Por otro lado, Rivarola no "liberó" a los abusadores, sino que hubo un acuerdo con la denunciante y luego de 60 testimonios y pericias, solo tres de los seis recibirán una pena: dos eran menores al momento del hecho y otro colaboró como arrepentido. 

Pero para entender más sobre lo sucedido y poner claridad en este asunto, Filo.News habló con Sol Garnica, periodista y feminista especializada en judiciales. 

"Todo lo que sucedió nos habla de la clara falta de perspectiva de género en la justicia. El desahogo sexual es un concepto que existe y data de 1930, 1940 y es utilizado hasta hoy para justificar abusos sexuales", explica la especialista.

"Para que nos demos una idea, en ese momento las violaciones dentro del matrimonio ni siquiera estaban penadas porque se suponía que uno de los deberes conyugales era satisfacer al marido", agrega Garnica.

Es que claro, si pensamos en que hace menos de cien años no podíamos votar y no teníamos siquiera derechos civiles, estas denominaciones que hoy suenan aberrantes, tienen sentido. 

Pero lo cierto es que de ese tiempo a esta parte en nuestro país y en el mundo sucedieron muchas cosas, aunque al parecer, la justicia, aún no se enteró. Y es por eso que arrastra conceptos no sólo vetustos sino en donde queda clarísimo cuál era el rol social de la mujer en esa época. Como argumento para quienes sostienen que el patriarcado es una ilusión óptica de los feminismos, va perfecto. 

Entre la indignación que causó la expresión del fiscal, muchas fueron las cuentas y hasta los medios que publicaron el nombre de cada uno de los acusados y también la historia del abuso.  

En este caso, la denunciante decidió un juicio abreviado. Primero porque no quería pasar por el largo proceso oral y segundo porque seis años después, las pruebas eran insuficientes. "Los juicios abreviados sirven para, por un lado, que los imputados tengan que aceptar la responsabilidad del delito y, por el otro, asegurarse de que haya una condena que sirva como reparación", explica Garnica.    

Como siempre destacamos en este portal, las denuncias de abuso sexual o inclusive de violencia sexual, no son simples ni lineales. En general suceden en un ámbito de intimidad, eso hace que sean difíciles a la hora de probar y el proceso de denuncia se vuelve altamente traumático para las que fueron, en ese momento, víctimas.

"Está bueno que no ahondemos en la causa por una cuestión de respeto a la intimidad de la víctima. Esto es algo que pasó en 2012 y ella pudo hacer público recién en el 2018", explica y agrega la especialista: "Un juicio abreviado, puede ser una solución para casos de abuso sexual siempre y cuando la denunciante esté informada y de acuerdo. Entonces hay que respetar la voluntad de la denunciante que es quien llevó adelante toda esta situación". 

En otras palabras, es importante entender que el problema en este caso no fue el accionar judicial sino los argumentos que utilizó el fiscal y, lo peor, es que esos argumentos no lo inventó él sino que existen y son aún son válidos en nuestra justicia. 

Lo que estas noticias que causan tanta indignación nos dejan ver son un claro avance social respecto a nuestros derechos y también lo siniestro que es nuestro sistema judicial que aún sostiene que las feminidades son cuerpos en donde los pobres varones traumados descargan frustraciones.  

Para finalizar, me interesa reforzar una idea más respecto al tratamiento en los medios en este tipo de casos. El lenguaje tiene una carga clave a la hora de enunciar hechos y el concepto de "violación en manada" hay que desterrarlo.

Quienes cometen este tipo de delitos no son animales, son personas civilizadas y, en muchos de estos caso, poderosas, con dinero e influencias. Llamarlo así, lo único que hace es justificar su accionar delictivo ya que utilizar una palabra que viene del reino animal, sólo los marca como víctimas de sus propios impulsos y no como sujetos responsables de sus hechos.    

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