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El 66,5% de los padres bonaerenses no cumplen con la obligación alimentaria

Así lo informó el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerense.

El 66,5% de los padres bonaerenses no cumplen con la obligación alimentaria
Parque La Unidad Nacional, Merlo.

El 66,5% de los padres bonaerenses separados no cumple con la obligación alimentaria de sus hijos o sólo lo hace eventualmente, lo cual representa una violencia económica hacia las mujeres que atraviesa todas las clases sociales, reveló un estudio que presentó hoy el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires.

El informe oficial se titula: "Incumplimiento de la obligación alimentaria en la Provincia de Buenos Aires: Un problema estructural que profundiza las desigualdades de género", que se realizó en base a una encuesta que respondieron 6442 mujeres de los 125 municipios y más de 50 entrevistas.

Resultados

Más de la mitad de las encuestadas (51,2%) no percibe ningún tipo de aporte por parte del progenitor de sus hijas o hijos. Y dentro del grupo de encuestadas que indican que el progenitor aporta dinero en concepto de obligación alimentaria (41,2%), solo el 24,9% indicó que este lo realiza de manera regular y un 15,3% de manera irregular.

Lo cual demuestra que más de la mitad de las encuestadas, un 66,5%, no recibe la cuota alimentaria o sólo la percibe eventualmente. Solo el 7,9% de las mujeres señalaron que el progenitor cumple con sus obligaciones alimentarias a través de la cobertura de gastos y necesidades de manera directa.

De todo el universo del informe, solo el 10% de las encuestadas consideró que es suficiente el dinero para cubrir todos los gastos y necesidades los hijos, en los casos en que el padre cumple con sus obligaciones en dinero.

Además, el informe demuestra que para sostener económicamente a la familia cuando no hay aporte del padre, las mujeres deben incrementar las horas de trabajo y muchas se endeudan. El 44% de las encuestadas depende de dinero prestado, ya sea de familiares como de bancos y financieras, para complementar sus ingresos mensuales.

De esta manera, el incumplimiento de la obligación alimentaria deja a las mujeres en la condición de deudoras, afectando la posibilidad de ejercer una vida autónoma, resumió el documento oficial.

El informe explica que el incumplimiento de las obligaciones alimentarias no solo implica las necesidades materiales cotidianas -limentación, vestimenta o salud de niñas, niños y adolescentes-, sino que supone también el desligamiento respecto a las responsabilidades de cuidado y crianza por parte de los progenitores. El análisis demostró que la ausencia de los progenitores varones en las responsabilidades de cuidado es transversal a los distintos sectores sociales.

Asimismo, se demostró que existe una división estereotipada de tareas: los padres se ocupan más de las actividades de ocio como pasear, compartir algún evento, pasar tiempo libre los fines de semana, mientras que las tareas de cuidado que se relacionan con tareas escolares, control médico, alimentación e higiene siguen recayendo sobre las mujeres.

El cumplimiento o no de la obligación alimentaria se transforma en una herramienta de manipulación, extorsión y dominio, según consideró el estudio.

Muchas madres no optan por la opción judicial porque atravesaron situaciones de violencia, agotamiento e incluso se endeudaron para poder pagar un servicio jurídico, sin garantías de que todo ese esfuerzo redunde en el cobro efectivo de la obligación alimentaria. De las encuestadas el 45,9% dijo desconocer el marco normativo que garantiza sus derechos y el de la niñez. 

"La mayoría de las personas, incluyendo a los progenitores y operadores de justicia, entre otros, no consideran que el pago de la obligación alimentaria sea un derecho de las infancias y una medida en contra de la violencia económica", detalló el informe.

La Justicia suele establecer porcentajes que van del 20 al 35 por ciento del salario del padre como aporte alimentario. Pero las madres "comprometen el 100% de su tiempo y dinero en el cuidado y necesidades de hijas e hijos, y en líneas generales perciben salarios inferiores a los de los varones. Por esta razón, tarifar puede ser riesgoso porque se pierden de vista las particularidades y se simplifica, sin tener en cuenta las necesidades de cada niña, niño o adolescente", resumió el documento.

Finalmente el informe detalla que pese a que en la provincia de Buenos Aires existe el Registro de Deudores Alimentarios Morosos de la Provincia de Buenos Aires (RDAM) que es una opción que "genera obstáculos" a los progenitores que incumplen con la obligación, las entrevistadas coincidieron en que los efectos que provoca la inscripción no tienen efectividad suficiente para obligar al pago, incluso el 69,4% de las mujeres que participaron del estudio aseguraron no conocer su existencia.