Anoche fui a ver a Nathy "Flama" Peluso a Niceto y se me explotó el cerebro. Ella es un camión y la gente ardía de querer verla. Permítanme ponerme dramática, drástica y hasta un poquito exagerada, pero el público ardía como nunca vi en ningún otro recital por ninguna otra mina. 

Me llamó la atención la energía y el estruendo y por eso esta nota. Era irreal la manija del público y creo que ya sé (?) por qué fue así de contundente.

Me atrevo a decir que el feminismo nos cambió la vida a todas las que estábamos ahí. Se notó, se notó mucho que pedíamos a gritos por el aborto legal, que la voz se nos quebró por una referente como ella, con sus curvas, su locura y su amor por su cuerpo. 

Durante todo el recital hubo tensión. El aborto legal resonaba en cada silencio musical, cantábamos por su legalización cada vez que se podía y las 1200 personas le pedimos desde el minuto uno de su show que se ponga el pañuelo. No lo hizo hasta el final, algunos segundos después de arrancar "Corashe", su tema, tal vez, más emblemático. 

El culo con celulitis, las nalgas carnosas, el bamboleo y el decantar redondo de Nathy son parte de una militancia que lleva adelante a través de sus redes sociales y que encandila a millones de mujeres en el mundo.

Por eso esta nota no es para destacar su talento porque ya se sabe, sino para dejar escrito que las mujeres argentinas estamos sedientas de referentes femeninas que nos muevan así el piso. Que cuestionen la belleza hegemónica con tanta sensualidad y que nos enseñen un poquito de ese amor propio necesario y faltante en un mundo que nos dice cada tres segundos que somos feas y estamos gordas.

Peluso cayó sin banderas a una ciudad abanderada de verde y eso se sintió. "Algo pasó ahí adentro", comentamos con una amiga cuando salimos. Y sí, fue la abrumadora marea feminista. 

*Video de @roji.menez