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Gordofobia en el espectáculo y la urgencia de terminar con esta violenta práctica

Brenda Mato estuvo en el programa de Moria Casan para hablar de activimo gorde y fue cuestionada por las panelistas del show. Filo habló en exclusiva con ella sobre la violencia sufrida, su militancia y la importancia de una deconstrucción a la hora de juzgar al resto. 

Gordofobia en el espectáculo y la urgencia de terminar con esta violenta práctica
Brenda Mato en "Incorrectas"

Las personas gordas la pasan mal en este mundo. Las personas gordas son estigamtizadas y patologizadas sistemáticamente por cualquiera que crea y sienta la necesidad de decirles, marcarles o aconsejarles, que hagan así o asá para vivir mejor. ¿Pero qué quieren las personas gordas? ¿Qué buscan quienes militan en contra de la violencia simbólica que viven a diario los cuerpos que se salen de la norma? 

El activismo gorde cobra cada vez más fuerza en nuestro país y paso a paso consigue desnaturalizar preconceptos socialmente errados. Pero no es fácil, vivimos en un mundo en el que todos los cuerpos alejados del hegemónico, son marcados como cuerpos que están mal. 

Esto mismo le pasó a la modelo activista y militante plus zise Brenda Mato cuando fue de invitada al programa de la vedette Moria Casan, "Incorrectas". Se sabe que la televisión es un lugar hostil para este tipo de coberturas porque es, a su vez junto con la publicidad, una de las maquinarias más efectivas para el adoctrinamiento de cuerpos esbeltos y delgados.  

Filo.News habló en exclusiva con ella, quien luego de cientos de mensajes de apoyo, relató lo sucedido. Aún así, la idea de esta nota no es centrarse en las repercusiones ni en el momento de violencia vivido al aire sino en responder la pregunta de por qué está mal juzgar al resto por su peso o su aspecto físico. 

Uno de los argumentos que tomó una de las panelistas que cuestionó a Brenda en el piso fue que ella, al existir siendo gorda, está dando un mensaje peligroso para el resto ya que "la gordura es un factor de riesgo". En el programa las panelistas se mostraron preocupadas por la salud de la modelo pero, para ella, nada de esa preocupación es genuina. "Basicamente no creo que les importe mi salud sino que les molesta nuestra grasa y nuestra existencia. No tiene que ver con una real o genuina preocupacion y, si lo es, también viene de prejuizgar y de falta de informacion. El asumir que todas las personas gordas estamos enfermas es erroneo, no se puede generalizar jamás sobre los cuerpos y la salud de la otra persona", explica Brenda.

Si te importa mi salud, charlemos un poco

Brenda Mato

La salud es un punto clave. Porque "la salud", además de abarcar al cuerpo, abarca el aspecto psíquico y también el social. Y cuando se habla de salud integral se habla de todo eso. "Con la gente gorda sucede que, al vernos gordes, la gente ya cree que puede generar un diagnóstico porque eso es una señal de algo y realmente la grasa no es una señal de nada. O si lo fuera, lo tiene que dictaminar un médico o una médica después de hacernos estudios, no una persona x que no nos conoce", cuenta la modelo. 

La discriminación y la violencia a la que son expuestas las personas que están fuera del estereotipo vigente, influye de forma clave en el autoestima y, el estrés que eso produce, es también un peligroso y difícil factor de riesgo. 

"Lo primordial es empezar a cuestionar lo que tiene que ver con la salud, porque además hoy en dia la salud se convirtio en un negocio. Nos viven vendiendo cosas saludables que con un poco de investigacion que te das cuenta que no lo son. Y dentro de esos conceptos, nos venden tambien la obligación de ser saludables y hacen que muchos cuerpos que no son tomados como 'saludables' dentro de este sistema, sean alejados completamente de la sociedad", reflexiona Mato.

Juzgar no es la tarea

Durante el programa Brenda tuvo que justificar y explicar al aire por qué se había comido un sánguche de milanesa en un posteo de su cuenta de instagram y la situación se tornó cada vez más agresiva para la activista. "Nos enseñaron a juzgar a las personas gordas constantemente. Nos enseñaron que todas las personas gordas están enfermas y que, además, quieren estarlo porque las personas gordas son gordas porque comen y porque son sedentarias. Pero no siempre es así, nunca en todos los casos es igual. No somos una generalidad", agrega la activista.

El activismo gordo no hace "apología a la gordura" sino que milita en contra de la violencia que sufren las personas que tienen cuerpos distintos a los que este sistema tomo como válidos. El activismo intenta dar herramientas para que cada persona que no esté reflejada en esos estereotipos pueda vivir y vivirse con más amabilidad y entendiendo que el problema mayor está afuera. 

"Noto cambios, el activismo logra cosas, pero son muy lentos y militar a veces es agotador. Es bastante estresante para las personas que estamos al frente de esta lucha hacerle entender a la gente que la gordobodfia esta en todas las personas. Hasta yo soy gordofóbica. Hay que cambiar la cabeza, hay que modificar desde los actos más chiquitos de nuestra vida, en dejar de decir 'ay qué gorda' cuando comés algo rico con muchas ganas o relacionar todo lo negativo a la gordura. Hay que dejar de burlarse de las personas y de sus cuerpos. Eso es violencia y eso nos lastima mucho más que cualquier sánguche de milanesa", sostiene Brenda. 

Una mala y muchas buenas

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Pero después de pasar por un momento muy incómodo al aire, Brenda recibió miles de mensajes de solidaridad y afecto y, además, le permitió ejemplificar de forma clara y concisa por qué el activismo gorde es tan necesario. 

"Trato de sacar siempre algo positivo de todo lo que me pasa, es difícil hacerlo y realmente la pase mal en el programa porque, además, ¡me invitaron ellas! Yo le puse la mejor y trato de aprovechar estos espacios, incluso sabiendo que son espacios difíciles de habitar, pero lo intento hacer de la mejor manera posible, siempre pensando que si le podemos cambiar la cabeza a una persona, alcanza y sobra. Pero la verdad no me esperaba todo lo que sucedió después", sostiene la activista.

Las redes son un lugar muy hostil pero, a su vez, de pertenencia. Así como hay bullying, hay cientos de personas que, con empatía, apoyan y activan causas para cambiar cabezas. Brenda es una de ellas pero no es la única. "Lo que puedo sacar de positivo es todo el apoyo que recibí, fueron cientos y cientos de mensajes y palabras hermosas de mis compañeras activistas, de modelos, etc. Pero sobre todo, lo que rescato es que después de este momento amargo, muchas personas gracias a ésto se dieron cuenta de que ese maltrato y esa falta de respeto no la merece nadie. Que no somos seres de segunda y que tenemos exactamente el mismo derecho que cualquier otra persona a no ser agredida, cuestionada o violentada de esa manera", finaliza la modelo. 

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