Miles de mujeres marchando en caravana al Congreso, pintándose la cara con glitter, alzando sus pañuelos verdes en el aire. Ese clima de euforia se vivió durante cada uno de los debates por el aborto legal en Argentina, el cual quedó plasmado en el inicio del documental.

Este jueves se estrena en los cines "Que sea ley", el nuevo trabajo de Juan Solanas que expone el peligro de los abortos clandestinos en palabra de políticos, médicos, curas, familiares y víctimas. "El aborto legal mata, y eso es indiscutible. Me parece que la realidad sobra para la mostrar la necesidad de que haya una ley", opinó el director. 

En diálogo con Filo.News, Solanas amplió detalles acerca del estreno del documental, por qué es importante lanzarlo antes de elecciones, qué representa que sea un hombre el que lleve adelante la película y cuál es la visión a futuro sobre la lucha por el aborto legal.

¿Quién es Juan Solanas?

Hace 25 años que se dedica al cine, aunque confiesa que de chico quería ser astrofísico. Pero cuando hizo su primer corto, se dio cuenta de que era lo suyo. "No quería ser director por mi viejo y terminé siendo director", señala en relación con su padre, el cineasta y senador Fernando "Pino" Solanas. 

Hace casi 20 años que viene siguiendo el tema del aborto. Vive en Francia, donde la interrupción voluntaria del embarazo es legal desde 1975. Por eso, cuando llegó a la Argentina, confiesa que no entendía por qué se seguía discutiendo. "Llegué y crecí en un país donde nunca fue un tema, como las vacunas, no sé. Me quedé shockeado un poco", amplía. Justamente, su primer largometraje "Nordeste", relata una mujer que decide abortar.

Actualmente vive en Montevideo. Una mañana como cualquiera, vio por las noticias la lucha por el aborto legal en Argentina, y decidió que era momento de volver a su país unos días: "Leía todo lo que salía al respecto. Había como una esperanza. Me puse el despertador en la mitad de la noche porque me parecía algo histórico y quería verlo; minutos después me emocioné. En ese momento, decidí de manera irracional agarrar una camara y venir a filmar".

Al encontrarse con una lucha histórica, decidió volver a Uruguay, tomar algo de ropa y volver a Buenos Aires, esta vez con la idea del documental en la cabeza: "Desde que empecé a filmar medio que me enganché. Me quedé filmando hasta el rechazo del Senado. Ahí tenía clarísimo que me iba a tomar el tiempo que sea necesario para hacerla bien y tratar de que sirva. Fue a pedido de nadie, financiada por nadie".

"Mi aporte es hacer una película que sea lo más buena posible", revela.

El documental recopila el testimonio de Ana María Acevedo, de Belén, de distintas mujeres que sufrieron la misma desidia del Estado. Juan confiesa que él no quería intervenir: solo poner la cámara para que cualquier persona pueda contar su experiencia.  "Yo a todo el mundo le decía: 'mirá, si conoces a alguien que quiere testimoniar, estoy para filmarlo', y es lo que hice. Se fue dando como se fue dando. Yo siempre quise filmar a todo el mundo".

Tal es así que la película fue aclamada en el Festival de Cannes, y también fue premiada en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. "No nos esperábamos algo tan así -reconoce y continúa- Nunca sabes lo que te espera el destino. Cuando yo me enteré de la selección llamé a las referentes del movimiento para avisarles. Finalmente fueron 40, 50 mujeres que vinieron. Se armó una pelota que fue genial, se nos fue de las manos en el buen sentido".

El detrás de escena de la película

En la noche del 8 de agosto, mientras miles de mujeres marchaban en las afueras del Congreso bajo la lluvia, Juan estaba con su cámara intentando registrar todo lo que pasaba. Mientras tanto, si podía, escuchaba algo de lo que ocurría dentro del recinto. "No podía creer lo que escuchaba ahí. Por momentos era una guerra de especialistas. Me parece que para la película lo único que valía eran los testimonios, la gente que lo vive en primera persona". Aun así, revela que no sabía lo que Pino iba a decir: "No necesito hablar con mi viejo para saber que pensamos igual en este tema".

"Que sea ley", se llama la película, con la cual decidió reflejar toda la lucha feminista por la legalización del aborto. "Yo no soy más que un cineasta que no vive en Argentina, y que es varón. No soy un especialista ni soy un militante feminista, yo lo hice con mis valores éticos y mi sentido común", asegura.

En su opinión, existen muchos argumentos en contra de la legalización que carecen de sentido, por lo cual considera que hay mucha falta de información. "La película abre la cabeza para que vos veas todas las opciones", reconoce. Aún así, toma una postura: "Me parece que hay gente que no entiende o no quiere ver lo que implica tener un país donde el aborto es ilegal. De hecho, me parece que los que estamos por la vida somos los que queremos una ley, para que no se mueran más mujeres", sostiene.

A título personal, lo que más le impactó fue conocer la falta de empatía, tortura y violencia por parte del cuerpo médico, quienes se niegan a recibir a las mujeres que sufren un aborto o las maltratan por haber tomado esa decisión. "Eso la verdad que no sabía. Es una locura, me parece de otra época, del Medioevo, me parece una aberración, monstruoso. Hay mucha educación que hacer, porque hay un problemón ahí", afirma.

La lucha de las mujeres, representada por un hombre

Suele llevar el pañuelo verde en su mochila. "Lo tuve toda la filmación y ya me quedó", reconoce. Sin embargo, tras ser consultado si consideraba feminista, confesó: "Yo me considero militante de la igualdad". "Adhiero al feminismo, pero yo no soy militante, nunca lo hice. Yo soy más de la cámara, mi combate pasa por ahí. Yo quiero que todos tengamos igualdad de oportunidades y seamos tratados con igualdad", explica.

Sin embargo, para eso eligió hablar del aborto. Una problemática que atraviesa a los cuerpos de las mujeres. ¿Está bien que un hombre sea el encargado de representar este tema en el cine?  Solanas se mostró sorprendido al ser cuestionado por el tema. "Yo soy director. Yo no estoy impidiendo a nadie agarrar una cámara. Ojalá que haya muchas mujeres que hagan películas sobre esto. Ojalá que haya mucha gente. A mi me incomoda separar mujer, hombre. Yo me manejo con quien comparto un zócalo esencial de valores", afirmó.

Luego, siguió: "Diría más: estamos entrando en una época post género. Reducir a una genitalidad me parece de otra época, yo en mi cabeza estoy a años luz de eso. Si uno empieza a pensar de si yo hice una película, si soy varón, le saque el lugar a una mujer, es un planteo totalmente equivocado. ¿Un burgués puede hacer una película sobre pobres? Con ese tipo de pensamientos uno no va a ningún lugar".

Sin embargo, no es tan así. O por lo menos así lo consideran muchas representantes del movimiento feminista; entre ellas, se encuentra Florencia Tundis, integrante de Economía Femini(s)ta. A través de un hilo de Twitter, la profesional profundizó por qué debería haberlo hecho una mujer; en principio, porque Juan no solo tiene privilegios de género, también tiene privilegios de clase. Además, no vive en Argentina ni estuvo acá durante los hechos, y aun así se encargó de la dirección, el guion, fotografía y montaje.

No es simplemente una cuestión de quien trabajó en esta película: el debate detrás es mucho más profundo. "La industria de cine nacional es machista. De las carreras de cine egresamos la misma cantidad de hombres que de mujeres. Pero después no somos ni el 50%", indica.

Luego, continúa: "Juan Solanas sacó primero esta película aprovechando sus privilegios de género y clase y ni siquiera le dio lugar a mujeres y/o disidencias en la realización y producción de esta película. Una película no es sólo feminista por el tema, sino por el detrás de cámara".

El aborto a futuro

En medio de estos debates, la película llega a los cines, luego de una nueva presentación del proyecto, a días del Encuentro Nacional en La Plata y a semanas de las elecciones generales de octubre. ¿Por qué decidieron lanzar esta película en pleno período electoral? "Fue una decisión que la hablamos con todas las referentas. Fue un pedido, es importante es que la gente sepa de que se elige diputados y senadores de cada cámara", afirma. 

Luego, añade: "Lo decidimos con las ganas de reinyectar este tema que no se habla y concientizar a la gente que tres semanas después van a votar y que si el tema les importa vean bien a quien votan (...) Es importante saber que cada voto cuenta, esto se ganó y se perdió por muy pocos votos, que se cuentan con los dedos de la mano".

"Tengo la esperanza de que en esta próxima legislación va a ser ley", confiesa.

Frente a esta potencial oportunidad de un cambio de gabinete, Juan no pierde las esperanzas: "Tengo un moderado optimismo. Tengo la esperanza de que en la próxima legislación va a ser ley. A priori, el candidato que ganó en las PASO está a favor, la vicepresidenta que dirige el Senado también. Ojalá, sería histórico. Le va a dar mucha energía a todas las feministas del continente para saber que es posible", reflexiona. El final del documental resume el deseo de Juan y de millones de argentinas: "Por las 3.030 mujeres muertas por un aborto clandestino. Sabemos que son y serán muchas más. ¡Que sea ley!".