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Lo escracharon por abuso sexual y se suicidó: ¿victima o victimario?

El director apareció ahorcado en su sala teatral, "La otra orilla" luego de haber sido escrachado por alumnas que lo denunciaron por abuso sexual. En FILO hablamos con una víctima y militante sobre las responsabilidades impuestas y el impacto de un suicidio en estas situaciones. 

Lo escracharon por abuso sexual y se suicidó: ¿victima o victimario?
Es Omar Pacheco fue encontrado muerto este domingo en la sala La otra orilla| Foto: Twitter

El director teatral Jorge Omar Pacheco apareció ahorcado este domingo a la tarde en su sala teatral, "La otra orilla". Tenía 67 años y desde el sábado se desconocía su paradero. El viernes había sido señalado y escrachado por un grupo de alumnas por abusos sexuales en el local de Balvanera en el que después, presumen, se suicidó.

Esta noticia genera, desde los medios de comunicación, preguntas y afirmaciones que son hasta peligrosas para el movimiento feminista y las víctimas de abusos sexuales. 

Por eso FILO habló con Andrea Mila, es parte de la Campaña por la prescripción de los delitos sexuales, sobreviviente de abusos sexuales en la infancia y con un desenlace similar al de esta historia: su hermano, que abusó de ella durante siete años, al ser denunciado se suicidó. 

"Yo sufrí abusos por parte de mi hermano ocho años mayor que yo, fueron desde los 5 años hasta los 12, hubo mucho tiempo en donde tuve una amnesia y no recordaba estas situaciones. A los 17, cuando comencé a tener vínculos sexuales con otras personas, florecieron estos abusos en mi mente. Pasaron los años y no hice nada, hasta que me enteré de que iba a ser padre", cuenta Andrea.

Que tenga un hijo fue, para la víctima, un alerta porque podía hacer con esa bebé algo similar a lo que le había hecho a ella. "Ahí, en ese momento, decidió accionar una denuncia por estos abusos. Hace dos años se suicidó y fue, para mi, un baldazo de agua fría", relata.

Denunciar en una Justicia Patriarcal

Para realizar una denuncia la víctima tiene que volver a pasar varias veces por lo sucedido, contarlo una y otra vez en cada oficina a la que se presenta. La víctima, así, pasa por un proceso llamado revictimización y es ese proceso al que muchas le temen y por el cual miles de casos no son denunciados ante la Justicia.

Un informe sobre violencia sexual en América Latina y el Caribe, realizado por la Organización Mundial de la Salud, sostiene que sólo un 5% de las víctimas denuncian el hecho a la policía.

"Cuando una sufre un abuso es muy difícil de distinguir quién es la víctima y quién el victimario. A veces nos sentimos responsables de esa violencia, porque está ligado a un discurso que tienen los perversos y el sistema, que es culpabilizar a las victimas, como que en realidad vos los provocás y eso juega mucho en contra de nuestra psiquis", cuenta Mila.

¿El suicidio como salida?

No hay una sola razón por la que una persona toma la decisión de terminar con su vida sino varias, pero que haya sucedido después de un escrache público que además se volvió viral, en cierto punto y desde los medios, culpabiliza a las víctimas y pone en debate este tema delicado y complejo. 

"Después del suicidio, todo lo que se había acomodado en el momento que decidí denunciar, se desacomodó. Me dejó la sensación de que, bueno, por más de que yo a nivel conociente sabía que no era mi responsabilidad, había algo desde el sentir que me hacia responsabilizarme de ese acto", relata Andrea.

Según los datos estadísticos del Poder Judicial de Femicidios durante el 2017, 39 de los 253 casos terminaron en suicidio del asesino. 

"Cuando cuesta tanto reconocerse como víctima, el acto del suicidio lo que hace es revertir todo lo conseguido. Otra vez yo no soy la víctima, otra vez tengo que dar explicaciones. Es como el accionar de un femicida. Los varones que asesinan a sus parejas y después se quitan la vida, son siniestros. Es matar a alguien y después ponerse en el lugar de victima que no corresponde. Tiene que ver con el juego perverso y psicópata que tienen los hombres violentos", agrega. 

El escrache

"El escrache destierra los silencios impuestos por los violentos, las amenazas y eso genera mucho ruido", indica Mila y refuerza: "Se rompe esa estructura de poder y esa persona intocable deja de ser lo que era y de tener ese poder que tenia. Los escraches ayudan a que víctimas que todavía no se animan a denunciar abusos, puedan hacerlo". 

"Tenemos un sistema judicial que es patriarcal y estigmatizante. Nosotras lo que hacemos es exponer nuestra situación de victimas y criticar cómo trata el tema la Justicia, eso no le resulta beneficioso al poder. Acceder a la justicia, tomar noción de querer hacer una denuncia, es todo un proceso gigante, porque sabemos cuál es la respuesta, entonces muchas de nosotras pasamos por un proceso anterior para ir a denunciar, sabiendo a lo que nos exponemos", detalla.

La unión hace la fuerza

Varias mujeres integrantes del Grupo Teatro Inestable del teatro La Otra Orilla realizaron un escrache público contra el autor y director teatral. "Se acabó la secta", "Una verdulería te vas a tener que poner" y "Estás hasta las manos", gritaban las mujeres que lo increparon desde la vereda a Pacheco, quien les respondía con insultos

El feminismo crece sin parar alrededor del mundo y más particularmente en nuestro país. Es, desde ese lugar de acompañamiento y empoderamiento, que muchísimas víctimas que se encontraban en silencio respecto a estos temas, lo rompan, hablen y se animen a enfrentar a varones que ejercieron algún tipo de violencia sobre ellas. 

"Cuando los escraches se organizan entre compañeras, hay un sostén. Ellas te creen y se manifiestan ayudándote. Al no tener la justicia institucional, es la manera que se puede ir reparando. El escrache no es solo para exponer una situación personal, sino para que el resto de las chicas tengan cuidado, que nos tenemos que cuidar entre nosotras y que no van a salir impunes", finaliza la especialista. 

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