Una amiga de Ricardo Barreda vende a través del sitio Mercado Libre los característicos anteojos que utilizó el femicida por varios años y hasta pocos días antes de su muerte. La mujer lo solía visitar en el geriátrico donde estaba alojado y él mismo se los regaló, según contó.

Los anteojos marca "Stetson" se venden un precio exorbitante que alcanza los 25 millones de pesos y en la publicación del sitio web se los describe como "anteojos pertenecientes al odontólogo Ricardo Barreda. Producto raro e histórico para coleccionistas".

Con el correr de las horas la venta tuvo varios comentarios, algunos en forma de chiste, otros se mostraron interesados en adquirirlos aunque manifiestan que el precio es elevado.

En diálogo con un medio de comunicación la mujer sostuvo que en un principio pensaba quedárselos pero que luego prefirió venderlos por consejo del mismo femicida, quien le aseguró que podría valuarlos como un objeto de colección.

"Te los regalo porque cuando me muera vas a poder venderlos y va a salir guita. Es un regalo. Acá están todos locos. Llegaron a vender remeras y tazas con mi nombre", citó la mujer al hombre que en 1992 asesinó a su esposa, Gladys McDonald, a sus dos hijas, Cecilia y Adriana, y a su suegra, Elena Arreche en la casa donde vivían ubicada en la calle 48 entre 11 y 12, La Plata.

El caso se hizo ampliamente mediático y, poco tiempo después, la Justicia lo declaró culpable y lo condenó a prisión perpetua. En 2016, la pena quedó extinguida y salió en libertad. Tiempo después de su liberación fue alojado en un geriátrico de la ciudad por su estado abandónico y cuatro años después falleció. 

"Pensé en quedármelos de recuerdo. El pagó lo que hizo, pero con nosotros fue muy bueno. Hasta le festejábamos los cumpleaños. Pero estoy necesitada de plata. Ni idea cuánto pueden costar esos lentes y quién los compraría. Pero aunque me den diez mil pesos sería genial”, dijo la amiga de Barreda, fallecido en mayo de 2020 a los 83 años en un geriátrico de José C. Paz.

A partir del caso Barreda se llegaron a comercializar desde remeras hasta tazas, gorros y calcos con motivo del cuádruple femicida. Incluso, un hombre creó una web en la que publicó un alegato a favor del odontólogo platense, lo honraba como a un santo y hasta vendía pins y escudos con su imagen.

En diálogo con el periodista Rodolfo Palacios, el femicida habló sobre el fenómeno de la idolatría hacia su figura: "No sé por qué hay personas que me admiran. El otro día estaba haciendo un racconto de toda la gente que me ha saludado y puedo decir que solamente de tres personas escuché comentarios desfavorables. Un 3 por ciento de insultos es un buen porcentaje", indicó.

"Algunos me felicitan y no es una cosa para que me feliciten. Es fuera de lugar. Yo les digo que desgraciadamente no inventé o no descubrí ninguna vacuna contra las caries. Me saludan, me piden autógrafos, se sacan fotos conmigo. Todo eso hace que me sienta muy mortificado", había manifestado Barreda en una entrevista tiempo atrás.