“¿Estamos listos para otro nivel?”, dijo luego de subir al escenario, y resumió en pocas palabras la dimensión que despliega el artista. Es que el reggaeton es potencia, energía, adrenalina; y eso fue todo lo que transmitió J Balvin para todos los que lo fueron a ver la noche de sábado en Villa Crespo. 

El pasado 14 de diciembre el colombiano se presentó en el Movistar Arena, el estadio situado en la calle Humboldt. Como el pueblo pedía reggaeton, decidió comenzar con toda la euforia de la canción que lleva ese nombre, que elevó el ambiente desde el inicio. "Aquí está José con ustedes", se presentaba ante el estadio repleto, en un plano que dejaba en claro la confidencialidad con el público. 

“Ginza”, “Safari”, “No es justo” y “China” fueron algunas de las canciones con las que siguió el show. A lo largo de la jornada, el artista repasó todos sus grandes éxitos, de esos que pasan en las radio y que lideran todas las listas de Spotify.

Es que a sus 34 años se considera “fan del reggaeton al 100%”. Eso lo dejó demostrado en los momentos en que tenía que cantar Rosalía en “Con Altura”, Nicky Jam en “X” o Anitta en “Machika”, cuando recorría de punta a punta el escenario cantando a la par de los fans.  

Pero también cuando decidió rendir homenaje a los artistas que allanaron el camino del género, tales como Daddy Yankee o Wisin y Yandel. Es por eso que, en medio del show, le dio play a “Rakata”, “Oye mi canto” y “Gasolina” para bailar y corear algunos de los estribillos. 

Ante la inmensidad del lugar, el colombiano además tuvo el gesto de cambiar de escenario y aparecer en un plano más íntimo y solitario en el fondo del estadio; para eso, interpretó éxitos como “La canción”, con todas las luces apagadas y los celulares brillando cual estrellas. 

Fue en este plan que compartió un reflexivo mensaje con el público: "Gracias por la buena vibra de ustedes esta noche. Para sacar la ansiedad, la depresión o si están pasando por un mal momento, déjenme decirles que todo pasa, no pierdan la fe y la esperanza". 

Esa no fue la única: también recorrió diferentes temas de “Oasis”, el disco que lanzó junto a Bad Bunny, ya sea desde "Que Pretendes", "Yo Le Llego", "Mojaíta". Fue para “Un peso” cuando decidió sumar al primer y único invitado de la noche: Marciano Cantero, de Enanitos Verdes, luego de definirlo como una "leyenda histórica del rock nacional”.

El colombiano continuó con temas como “Ahora”, "Ambiente" “Ahora dice”, "Loco contigo", "No me conoce", "I like it", "Si tu novio te deja sola" y “Ritmo”, en la cual colabora junto a Black Eyed Peas. Incluso, al terminar de cantar "Blanco" preguntó: "¿Le gustó? vamos otra vez", y volvió a cantarla de cero.  

Como deidad, puso a todo el estadio al rezarle al reggaeton. Durante casi dos horas, invitó a bailar a todos los presentes, bajo la consigna: “Esto es para toda la gente de la Argentina y para los latinos presentes”. Es que a pesar de que formó parte de la camada de artistas urbanos que llegaron para renovar y reinventar el sonido del género, demostró que logró escalar hacia la escena mainstream y que está listo para demostrar el orgullo de su tierra en todo el mundo.