Downey, California, fue el lugar que vio nacer al músico James Hetfield, que está de cumpleaños. Nacido un 3 de agosto de 1963, la infancia de James no fue nada fácil.

Con cuádruple ascendencia (irlandesa, escocesa, alemana e inglesa), gran parte de su niñez la vivió bajo las prácticas religiosas de su padre, Virgil, que sufría problemas de alcoholemia, y su madre Cynthia.

Siguiendo los dogmas que le imponía su religión, la familia Hetfield no consumía medicamentos, hecho que provocó que Cynthia muriera de cáncer cuando James tenía 16 años.

Su pasión por la música se remonta a esas primeras clases de piano a los nueve años de edad. Sin embargo, poco a poco fue separándose de lo clásico y se fue dirigiendo hacia la guitarra, no sin antes pasar por la batería de su hermano.

A los 14 años integró su primera banda, Obsession, que estaba inspirada en grupos míticos como The Beatles, Queen, Kiss y Aerosmith. Sin embargo, tuvo que dejarla al mudarse a Brea, una ciudad del condado de Orange, California.

En la Brea Olinda High School, donde se graduó, formó, junto al baterista Jim Mulligan y Hugh Tanner, su segunda banda: Phantom Lord, que vio su ocaso cuando ambos terminaron la high school.

Lars Ulrich, un baterista que había ganado un espacio en un disco compilatorio, había publicado en la revista Recycler que estaba buscando gente para hacer la canción.

Así, James dio con él y, a la vez, unió al grupo, un flamante Metallica, a Ron McGovney, un viejo amigo, y a Dave Mustaine, que fue expulsado del grupo en el 83 por sus problemas con el alcohol y las drogas.

Lo demás, es historia. El éxito de Metallica fue rotundo. Diez álbumes de estudio, otros diez en vivo (el último, S&M 2, sale a fines de agosto) y más de cuarentena singles fueron los que le dieron a Metallica el rol que tienen en la historia de la música.

¡Feliz cumpleaños, James! Por mucho más thrash.