"Llegó mi momento, abandoné tres perros para estar acá", dice Agnes Simon en un bar de Palermo, sobre la calle Gorriti, al momento de comenzar la entrevista. Saca algunas sonrisas, y se sienta. Es que ella es así: con una espontaneidad y una chispa que la caracteriza, a nivel personal y profesional. 

“Nunca me animé a hacer mi propia música porque me costaba mucho hacer cosas fuera del chiste”, reconoce Femigangsta, en diálogo con Filo.News. Las 200 mil personas que la siguen en su cuenta de Instagram conocen el humor que tiene en cada posteo. Incluso, llegó a considerarlo: “Pensé que me iba a dedicar a la comedia”.

Con mucho rap y protesta social, sus publicaciones consiguen miles de “likes” y visualizaciones. Entre ellos, se destacan sus videos sobre feminismo. Es que ella personaliza y vive la lucha en primera persona: “Nunca me había sentido parte de algo grande, o nunca sentí que nada de lo que yo hiciera iba a tener un impacto en el curso de la historia; hasta que yo empecé a militar y a ir a las marchas. Le pasa a cada una de las mujeres y disidencias que van a las marchas; sentir algo que cambia, cambiamos el panorama político, eso es un montón. Sentirte parte de algo que cambia el curso de la historia”, relata.

Mientras crecía su figura en redes sociales, crecía en otras actividades. Tal es así que, cuando llegó en 2011 de Zapala, Neuquén, comenzó a estudiar abogacía en la Universidad de Buenos Aires. Con 24 años, se recibió hace algunos meses. Sin embargo, no busca ejercer la profesión en la actualidad: “Me encantaría ser docente, pero en otro momento. Soy muy polirrubro, y la verdad que el derecho es muy demandante”. 

Es que su pasión, eso que corre por sus venas, está frente al micrófono. Así lo confiesa: “A partir del show que hice el año pasado, me di cuenta de que esto era lo que quería hacer. No me imagino haciendo otra cosa. Me hace muy feliz, no tengo excusas, dolores de cabeza, no siento sueño. Yo me pongo a hacer una canción y capaz que son las 8 de la noche y de repente son las 6 de la mañana y yo estoy igual de manija”.

“Siempre tiendo a la comicidad de las cosas, y una vez que arranqué, arranqué”, confiesa.

“Cuando algo te hace así de feliz es porque lo que tenes que estar haciendo”, agrega. Es que ella tiene como filosofía y bandera la idea de que “cuando uno encuentra su verdad, todo el universo confabula a tu favor”.  Y ella ya encontró su pasión: “Por algo tambien las cosas se están dando muy rápido, porque estás en tu salsa”.

“No lo elegí, fue pasando, pasaron cosas… como dice Macri”, cuenta entre risas. “Arranqué medio presionada por una mentira, porque me habían llamado para abrir un show y me dijeron ¿tenés canciones? y le dije que sí, y era mentira”, relata y agrega: “Me gusta mucho trabajar sobre la presión”.

Justamente, se considera como “nerda” de la música: “Siempre amé la música. Soy muy fan de escuchar música nueva; de hecho mucha gente que me sigue sigue mis playlists. Yo siempre todo lo relaciono con música”. En esta idea de dejar volar su espíritu, nació “Pajaritos”.

“Fue una canción que salió en dos canciones de estudio. No fue muy premeditada, la verdad. Fue una cosa muy express. Yo hice la letra y la melodía”, cuenta. “Pajaritos rochos”, se escucha en el comienzo de la canción. Según cuenta al medio, ese iba a hacer el nombre original. 

De cara a futuro, cuenta que planea publicar un libro, donde va a volcar toda su faceta de comedia que pone en Instagram a través de poemas autorreferenciales. Pero su plan principal es seguir con la música: “Vamos a hacer dos cortes más, una canción con Miss Bolivia y otra un poquito más rockera. Mi plan es seguir aprendiendo y laburando en la música, es el único plan que tengo”.