Es lunes y un sonriente Kevin Johansen recibe a Filo.News en el patio de un hotel palermitano. Con jugo de naranja en mano y buenas energías, el músico nacido en Estados Unidos pero nacionalizado argentino se hace a la idea de que "Algo Ritmos", su nuevo disco, podría ser su preferido hasta ahora.

"Creo que es mi favorito en el sentido de que tenía muchas cosas para decir. Capaz que tiene que ver también con la coyuntura y el cambio de paradigma de un montón de cosas. Me parecía que el desafío era no sentirse restringido a hablar de ciertas cosas sino todo lo contrario, hablar de todo y desafiarme a mí mismo con mis propios prejuicios en lo musical e ideológico", relata el artista de 54 años.

"Algo Ritmos", lanzado a fines de abril, cuenta con 13 tracks y explora géneros tan variados como el bossanova, la balada, el pop y hasta el trap. En él participan la española La Shica, la brasileña María Gadú y los uruguayos Jorge y Daniel Drexler.

"Son prácticamente familia", dice de los hermanos, incluyendo a Leonor Watling -esposa de Jorge que participa en "Sin Decir Palabra"-, "tenemos una relación de muchos años".

Y agrega: "Cada tema me parecía apto para cada uno: empecé a pensar en Jorge con 'Mi querido Brasil'; para mí Jorge es una suerte de Caetano Veloso latinoamericano-nueva generación-en castellano y Daniel me parece una persona sumamente nómade en espíritu, y me pareció que 'Teletransportación' le encajaba bien".

De este afán de referirse a la coyuntura actual nace también "Pobre Millonario", tema que Johansen le dedica a Donald Trump. 

"Un millonario puede ser cualquiera entendido como una persona que está bien, cómoda y que tiene todo lo que necesita, entonces se empieza a encerrar. La metáfora del muro de Trump lo trazo a modo de decir: 'Mirá, uno se aísla y empieza a armar una pared y piensa que se resguarda del resto pero en realidad se encierra a sí mismo", explica a este medio.

Otra de las canciones que llama la atención aunque por una razón totalmente diferente es "La Gente Más Linda", en donde el autor incursiona en el género urbano: "Esa letra dice 'Antes los tangueros se quejaban de los rockeros, ahora los rockeros se quejan de los traperos'. Hay que tratar de no caer en esa, no ser un viejo cascarrabias".

"El trap me gusta, me parece muy interesante la última fusión que está apareciendo, una cosa entre Spinetta y el trap medio jazzero con guitarras", opina el entrevistado sobre este estilo musical, al tiempo que no descarta un futuro feat con alguno de sus máximos referentes.

"Hay que ser abierto y darle cabida; en ese mix de laburar con un Ca7riel o con cualquier artista de los que han salido -que hay y muy buenos- y que están diciendo cosas hay algo interesante", sostiene Johansen.

En toda la obra de Kevin Johansen es posible encontrar un sinfín de juegos de palabras, ya sea en el nombre de los discos ("Algo Ritmos"; "Sur o no Sur"), los temas ("Oh, What A Waist"; "Susan Surrender") o incluso las letras. Pero ¿de dónde surge este fanatismo?

"Yo creo que viene de mi vieja; fui criado por una madre soltera, docente, muy feminista y profundamente intelectual. En casa jugábamos siempre al scrabble bilingüe -ella te metía un tercer idioma francés, italiano, alemán o portugués- y tuve el beneficio de descubrir que la podía hacer reír a mi mamá con algún juego de palabras", rememora entre risas.

Mientras se prepara para girar por Nueva York, París, Berlín y Barcelona en julio próximo con una nueva formación de The Nada -como llama a la banda de músicos que lo acompaña desde hace 18 años-, sueña con "tocar en el Carnegie Hall con Bob Dylan de invitado" o "serrucharle el piso a Serrat y hacer Sabina-Johansen".

"Hablando en serio, uno siempre sueña con trabajar con algún artista que admira, una colaboración, pasa más que nada por el lado del aprendizaje y de compartir con alguien. También veo con ilusión el día de mañana hacer un disco en estudio en vivo con los The Nada que nos conocemos mucho las mañas", enumera.

Y concluye: "Este es un momento muy lindo para mí".