Cuatro tandas de aplausos son las que, gracias a las manos de madres, padres, hermanos, hermanas, amigos, amigas y algún que otro periodista copado, cortan el barullo en la Usina del Arte y apuran a la producción para que empiece el show.

Después de los últimos golpes de manos, apagón. Plena oscuridad y, de repente, tres cubos enormes con pantallas en cada una de las caras empiezan a reproducir un video. "Acá hay hambre, mucha hambre: hambre de cantar, hambre de caminar, hambre de saber", dicen las voces.

La secuencia, que contada así parece que no tiene sentido, se entiende dándole contexto al asunto. En la tarde-noche del miércoles 29 de septiembre, familias, amigos y periodistas fueron a la Usina del Arte, ubicada en el barrio porteño de La Boca, para ser testigos del relanzamiento oficial del sello discográfico Suena Eh! y a cada uno de sus artistas.

Una vez terminado el video, es el Surdo —el preferido de la jornada y, al menos visto desde el asiento de la Usina, el caballito de batalla de Suena Eh!— quien aparece en escena y oficia de host a cada uno de sus compañeros. Y, a partir de ahí, una exfoliación de ganas comerse el mundo con la música es lo que acompaña a cada uno de los artistas que pasan en carrusel.

Primero va Chris Deimon, un rapper de Villa La Cava que estrena su track "Pesadilla", un reggae explosivo con un mensaje que, a pesar de que recién empieza, termina de delinear el propósito artístico de los aquí presentes: "Con mi música voy a comprarte una mansión / espero que estemos juntos cuando suene esta canción".

Florencia Quevedo aka Rosse Loudi, haciendo un tándem con Aymi, es la que le sigue, estallando con un reggaetón con las baterías bien marcadas llamado "Incendio". A ella le siguió Patón, el más experimentado de los fichajes de Suena Eh!, que lanza sobre un beat de trap letras del hampa y varias advertencias: "Ni siquiera en tu sombra nunca confíes / tu mejor amigo te puede ser infiel".

Ya cruzando el ecuador de las presentaciones, llega el dúo de Lxs Gemelxs, que iban vestidos a juego con un saquito mitad rojo y mitad blanco, complementándose y llenando el espacio con una instrumental rápida que va cambiando durante los pasajes de la presentación haciéndole honor a su nombre: "Sin Género".

Miss Fack se sube al escenario y, con un pop melódico, es la que se encarga de darle un impasse a tanto rock rapeado por los que estuvieron apenas antes que ella. Después de cantar "Lies 1", llega Ailén Celeste, que se manda unas cumbias pop al mejor estilo Marama para asentarse como la dueña de ese género en Suena Eh!.

Para terminar, Surdo se corre del lado de maestro de ceremonias para ser protagonista de su propio pasaje. "Orgullo de Barrio" es la letra que le toca cantar para empezar y, sin tener idea, también es la que le va a tocar interpretar para cerrar.

Y es que, quizás sin saberlo, el show terminó siendo otra cosa. Después de cierto punto, la performance ya no era la carta de presentación para la prensa, sino un tiempo de disfrute entre ellos. Mientras se iban sucediendo y compartiendo tarima, los del colectivo de a poco se iban dando cuenta de que, después de pelearla en el under, por fin habían conseguido el protagonismo que se merecían.

Los aplausos, los celulares filmando y los gritos acompañando el público fueron los detonantes para que Lxs Gemelxs, Patón, Ailén Celeste, Miss Fack, Chris Deimon, Rosse Loudi y Surdo se dieran cuenta de que lo que estaban viviendo era solamente el comienzo. Pero qué comienzo.

De ahí que, hacia el final, como si fuera el boliche vacío recién terminado de la fiesta de egresados, tanto los protagonistas como los sidekicks se arrimaron a la tarima y llamaron a Gonzalo Vidal Meyrelles, el fundador del sello, para que se suba al escenario y diga algunas palabras.

"Cuando llegué al barrio fui a dar. Gran error. Tenía que ir a recibir y cuando fui a recibir me encontré con esta gente, con estas ideas y juntos, como nos gusta decir, creamos la magia. ¿Vieron Los Gemelos Fantásticos, que cada uno tiene un anillo? Bueno, cada uno tiene un anillo y un poder y juntos es como se logra la magia", dijo. "Alguien nos dijo: cortamos la botella así, la ponemos en el celular y la hacemos parlantito. Y dijimos esto es un altavoz del barrio. Lo hicimos y vendimos estos parlantes que hicimos con cosas que salieron de la basura y con lo recaudado empezamos a construir el estudio de grabación y a construir lo que fuimos consiguiendo hasta llegar acá".

Después, fue Surdo quien cerró con "Orgullo de Barrio" para ponerle el broche final a la noche. Mientras su cara se iba a llenando de lágrimas por la emoción del momento, a algunos desde el público también les pasó lo mismo. "El barrio sabe quién soy: el que escribe en papeles / el que agarró una lapicera antes que una .9", escupió Surdo. Mientras, detrás de su espalda, una visual recitaba: "Siga su corazón, que es su mejor GPS".