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Antiderechos: cuando la religión es tu ley

Grávida es una organización religiosa que "sale en busca" de embarazadas vulnerables con el fin de convencerlas para que no se realicen un aborto legal. En esta nota la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto alza la voz ante este delito. 

Antiderechos: cuando la religión es tu ley

El aborto legal le costó a nuestro país muchísimo esfuerzo. La votación en el Congreso que ubicó a la Argentina como flecha de punta de la región respecto a los derechos reproductivos es una clara muestra: 38 a favor 29 en contra.

Desde que la Ley 17610 entró en vigencia, se sabía que no iba a ser fácil y que las resistencias serían muchas. En el debate público las razones por las negativa fueron dignas de un scketch de Capusotto y la violencia a la hora de atender interrupciones del embarazo continúa.

Pero hay algunas violencias que son más graves que otras, porque no es lo mismo juzgar a quien está a punto de realizarse un aborto que captar e intentar convencerle de que no lo haga con artilugios polémicos, promesas falsas y fakenews.

Ese es el caso de la organización Grávida, conocida entre otras cosas por intentar impedir una IVE a una nena de 12 años abusada por su padre en Salta. A partir de esa historia, ésta nota. Para dar aviso y analizar qué hacer ante la resistencia “provida”, charlamos con Martina Ferretto, una integrante de la Campaña Nacional por el Derecho a un Aborto, Seguro y Gratuito

Estar pillas es la tarea

“No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa, para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Esos derechos nunca se dan por adquiridos. Debéis permanecer vigilantes durante toda vuestra vida”, Simone de Beauvoir.

Ya pasaron dos años del debate en donde se vio la clara dificultad de las organizaciones religiosas de separar las creencias de los derechos humanos. Por supuesto que no es exclusivo de nuestro país, en el mundo entero se llevan discusiones y se revolean argumentos flojos de papeles en cada debate constitucional. De hecho, hay países como Estados Unidos en donde ese derecho ganado fue perdido como resultado del avance de la derecha.  

Aún así, Argentina consiguió lo que parecía imposible y hoy el derecho a poder gestar o interrumpir la gestación tiene hasta insignia popular. El pañuelo verde se volvió un hito de revolución y feminismo en todo el planeta.

Pero, ¿qué pasa con la ley en la práctica? ¿Se aplica como corresponde? Para Martina la función de la Campaña es que así sea. “Durante estos dos años lo que se intentó hacer desde todo el movimiento es que justamente se exija la plena implementación y la efectiva implementación de la Ley en todo el territorio de nuestro país. Que se otorgue la información correspondiente que es fundamental”, sostiene la especialista. 
 

A julio de 2022 el registro de la Dirección Nacional de Salud Sexual y Reproductiva indica que se practicaron 73.487 abortos en el país. Ese número es la segregación por provincia y las dificultades son muchas ya que la mayor concentración de estas prácticas sucede en las ciudad más importantes del país. Además, el servicio de salud pública cuenta con más de 6,5 mil hospitales y centros de salud distribuidos en todo el territorio pero solo 1.327 garantizan estas prácticas, apenas un 20%. 


Tu objeción ¿mi destino? 


Cuando hablamos de herramientas a la hora de resistencia la objeción de conciencia es la principal. Aún así, según la ley, la institución (privada o pública) debe garantizar la intervención lo más rápido posible, sin dilaciones ni juzgamientos. Y eso parece ser de las cosas más complicadas a la hora de que esta ley tan fundamental se cumpla. 
 

“Algo que es repetitivo es que existe la objeción de conciencia y ante esa objeción de conciencia se atraviesa el maltrato. A la hora de acceder a este derecho muchas personas gestantes se encuentran con que la ley les está garantizada, pero desde un lugar violento. Eso se repite dentro de todo el país. Es importante conocer que tenemos derecho a acceder a una interrupción del embarazo hasta la semana 14 inclusive sin dar ningún tipo de explicación y a partir de la semana 15, lo que es el marco de las causales, que ya estaba le despenalizado desde 1921”, explica la integrante de la Campaña. 


El argumento de la objeción no implica violencia, de hecho, es la violencia un delito en ésta y en todas las leyes de la Constitución Nacional. Aún así, la resistencia a las interrupciones de embarazo se hacen desde el lugar de la moral y refuerzan así que la religión pasa por encima de cualquier legislación con el romántico propósito de "defender la vida" del nonato. 


“Los voluntarios de Grávida salen al encuentro de las mujeres en situación de vulnerabilidad: aquellas que son sorprendidas por un embarazo inesperado en un momento de dificultad, aquellas que viven su embarazo en situación de riesgo o soledad, para sostenerlas en el cuidado integral de su vida y de la vida de sus bebés nacidos y por nacer”, afirman desde la web de esta organización. 
 

Las armas de persuasión son complejas, la culpa, sentimiento arraigado a muchas religiones, actúa de forma efectiva y ese "salir al encuentro" parece más un eufemismo de caza que un acercamiento. “Es probable que aquellas personas que utilicen la objeción de conciencia, hagan uso ilícito de ese articulado en donde justamente se maltrata y se usa de manera equivocada toda la información de la ley”, sostiene Martina.
 

De donde vienen y a dónde van 
 

Las organizaciones religiosas actúan en contra de la ley de forma silenciosa y con un sutil discurso de persuasión pero, ¿de dónde salen y cómo se financian? Durante el 2021, el aporte del Estado a la iglesia católica, por ejemplo, fue de 148 millones de pesos. 


“La mala aplicación de la ley ocurre en nuestro país en muchos de los municipios que son fuertemente anti derechos, fundamentalistas religiosos que tienen un vínculo muy estrecho con la Conferencia Episcopal de Argentina, en particular la Iglesia Católica. Y son quienes niegan y vulneran los derechos, no sólo porque no dan información científica laica de calidad, objetiva y que se justamente respete la salud integral, sino porque además obturan el ejercicio de ese derecho”, indican desde La Campaña. 
 

Para que una persona gestante no quede embarazada debe protegerse con métodos anticonceptivos de calidad. No hay otra herramienta más poderosa para evitar embarazos no deseados. Ese punto le cuesta a una iglesia católica que aún se resiste al uso de preservativos o a la aplicación de la ley de Eduación Sexual Integral en las escuelas. Para evitar un aborto hay que saber cómo protegerse. 
 

El caso de Grávida generó indignación y repudio luego de que redes feministas denunciaran y ubicaran el tema en los medios de comunicación. Después de su viralización, el estado salteño inició una investigación judicial que aún no tiene respuestas.   

“Se oponen justamente al ejercicio de derechos sexuales y reproductivos, no solamente obstaculizan y fuerzan a las mujeres y otras identidades con capacidad de gestar a parir en contra de su voluntad porque persuaden y otorgan información que es falsa, sino que además se oponen a todo tipo de derechos sexuales. El caso de Grávida pone al descubierto cuáles son los circuitos y los dispositivos para persuadir a la población. Es ahí en donde el Estado es responsable y debe actuar”, finaliza Ferretto.
 

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