Un día después de que el apoderado de María Kodama anunciara no se encontró un testamento con su última voluntad, los sobrinos de la viuda de Jorge Luis Borges se presentaron ante la Justicia en calidad de herederos para reclamar por el legado del escritor más prominente de la literatura argentina.

"Estoy aliviado", dijo a Télam Fernando Soto, quien fue por años el apoderado de María Kodama y se encargó de abrir el juicio por la sucesión de la traductora antes de que los derechos de autor de la obra de Jorge Luis Borges terminaran en manos del Estado de la Ciudad de Buenos Aires.

"Los sobrinos de María Kodama se presentaron como herederos ante el Juzgado Civil 94" de la Ciudad de Buenos Aires, anunció el abogado un día después de denunciar la posible vacancia de la herencia con la intención, justamente, de que los sucesores aparecieran.

Quiénes son los sobrinos de María Kodama

Así fue como en las últimas horas Mariana del Socorro, Martín, Nicolás y María Belén Kodama, hijos de Jorge Kodama, hermano de María, solicitaron "se dicte declaratoria de herederos".

Según trascendió, en la presentación los sobrinos de María Kodama solicitaron realizar un inventario provisional y secuestrar bienes muebles como obras literarias, premios, condecoraciones, manuscritos, fotos, material periodístico y títulos de propiedad de valor literario e histórico que deba salvaguardarse.

Soto explicó que "los sobrinos son los responsables de pedir un administrador y la protección de esos bienes" y aclaró que, "si bien sería una decisión práctica" que los demandantes se pusieran en contacto con él, no están obligados a hacerlo por ley.

"Esto me alegra y alivia mi espíritu, que los sobrinos se hayan presentado como herederos abre una nueva etapa en el expediente sucesorio", expresó Soto.

María Kodama murió a los 86 años el pasado 26 de marzo a causa de una insuficiencia respiratoria. Los herederos son hijos de su hermano, también fallecido.

Después de una vida dedicada a cuidar con recelo el legado de Borges parece raro que María Kodama no haya cuidado hasta el último detalle para la posteridad, pero Soto explicó que "era su vida, no le importó nunca lo patrimonial".

"No quería hablar de lo que fuera de la finitud, tanto es así que Borges no le dijo a ella que fuera heredera. Ella se enteró luego", agregó.