El próximo 3 de junio, Barcelona y Wolfsburgo protagonizarán la final de la Champions League femenina en un PSV Stadium de Eindhoven que estará colmado y para el que ya no se consiguen entradas.

Tal como anunció la UEFA, se agotaron los más de 34.100 tickets disponibles para la gran definición, por lo que se batirá el récord de asistencia en un partido de fútbol femenino en Países Bajos, que estaba establecido desde 2019, cuando la selección de dicho país enfrentó a Australia ante 30.640 espectadores. Además, es la primera vez que se agotan las entradas para una final de la Champions League femenina desde 2010.

La final entre Barcelona y Wolfsburgo será el cierre de una temporada histórica para la máxima competición europea de clubes en cuanto al público. Es que la media de asistencia a partir de cuartos de final se situó en un máximo inédito de 10.800 espectadores, mientras que cinco de las diez mejores asistencias de la historia de la competición se registraron en esta campaña.

"Es la primera vez que se agotan todas las entradas para una final de la Women's Champions League. Y eso con varias semanas de antelación, lo que no es más que otra señal de que hemos alcanzado un nuevo nivel. También ha aumentado enormemente el número de aficionados que desean viajar con su equipo. Cada equipo ha recibido una asignación de más de 4.500 para sus propios seguidores, mucho más que antes", aseguró Nadine Kessler, la directora de fútbol femenino de la UEFA.

Barcelona accedió a la final por tercera vez consecutiva y la cuarta en cinco temporadas, tras haber ganado el título en 2020-2021, mientras que Wolfsburgo se consagró en 2012-13 y 2013-14.