En La Bombonera ante AZ Alkmaar, la sub-20 de Boca Juniors empató 1 a 1 en tiempo regular y se consagró campeón del mundo tras imponerse por 4 a 1 en los penales con una actuación destacada de Sebastián Díaz Robles.

A pesar de que el plantel de primera viajó hacia La Rioja para disputar mañana a partir de las 17:30 los octavos de final de la Copa Argentina contra Almagro, esta tarde los gritos eufóricos en La Bombonera estuvieron a cargo del equipo sub-20. Tras vencer a Peñarol para coronarse en la Copa Libertadores, el equipo de Rudman enfrentó una nueva final, esta vez contra AZ Alkmaar.

Durante el primer tiempo, el “Xeneize” mostró una buena imagen en ofensiva aunque, sin poder concretar, sufrió en la única llegada del rival y, a los 43 minutos, Dave Kwakman sacó un potente remate desde fuera del área que, tras desviarse en Di Lollo, entró en el arco.

Sin embargo, el dominio del equipo local, que acechó durante todo el primer tiempo a los contrincantes, tuvo efecto en el complemento. A los 13’, tras un centro de tiro libre de Mauricio Benítez al área rival, fue Enoch Mastoras quien cabeceó y convirtió en contra.

Sin ventaja hasta el final de los 90’, los penales decidieron el resultado y, pese a la ausencia clave de Leandro Brey -convocado al seleccionado sub 23-, apareció Díaz Robles como figura salvadora. Con los dos remates desde los once pasos atajados por el arquero xeneize, Boca se impuso por 4 a 1 para obtener el título mundial.