Médicos, enfermeros y auxiliares de todos los hospitales y salas del municipio de La Matanza se unieron para alertar a la población sobre la situación de emergencia que enfrenta el servicio sanitario en el distrito que gobierna el intendente Fernando Espinoza.

Salarios por debajo de la línea de pobreza, falta de insumos, escasez de personal y cierre de guardias, fueron algunas de las falencias que se repitieron en cada una de las intervenciones realizadas durante una conferencia de prensa efectuada en las puertas del Hospital de Niños de San Justo.


El escenario elegido no fue casual, ya que en ese centro se registra una fuga masiva de profesionales médicos desde comienzos de año, que ha provocado entre otros inconvenientes la suspensión durante semanas de la atención en la guardia.

Los problemas edilicios también han originado, por ejemplo, que un paciente ya sedado se haya quedado encerrado en el ascensor junto a los camilleros, y que por ese motivo la intervención quirúrgica a la que iba a ser sometido tuviera que suspenderse.

Al hablar ante la prensa, los representantes gremiales denunciaron que el gobierno municipal desoye cada uno de los reclamos, pese a que luego los funcionarios manifiestan que están dispuestos a resolverlos. “Aquellos que dicen defender la salud pública, lo hacen de la boca para afuera, porque vienen vaciándola desde hace años”, sostuvo Miguel Miranda, representante de la asamblea del Hospital de Niños.

Para ejemplificar la precarización laboral a la que son sometidos, la pediatra Sandra Verta, que integra la Asociación de Profesionales de la Salud de la provincia de Buenos Aires (Cicop), afirmó que algunos médicos “cobran salarios de 100.000 pesos mensuales, cuando la canasta básica de pobreza es de 200.000”. “Nuestra reivindicación es llegar a la canasta familiar; en la última reunión que tuvimos con el Ejecutivo nos dijeron que se abrirían paritarias, y todavía estamos esperando”, agregó la médica.

En otro tramo de la asamblea, los trabajadores expresaron su disconformidad porque muchas veces deben ser ellos los que le tienen que avisar a los pacientes que los servicios están suspendidos, ante la ausencia de personal directivo o funcionarios en los centros de salud.

“Somos nosotros la cara del 'No' para nuestros pacientes, lo que también nos pone en una situación frágil”, que muchas veces termina en episodios de violencia, detalló otro representante sindical.

Algunos de estos hechos ocurrieron en el Hospital de Niños de San Justo, al que concurren miles de pacientes de los barrios más carenciados del distrito, cuyos padres en ocasiones no tienen dinero para volver o dar de comer a los chicos si deben esperar largas para que los atiendan.

En la rueda de prensa estuvieron presentes también trabajadores del Policlínico San Justo; del Hospital Paroissien, del Hospital Teresa Germani, ubicado en Gregorio Laferrere; y de la sala del barrio María Elena, en ruta 3.

Por último, los médicos y profesionales cuestionaron que el tema salud no figure entre los principales temas de agenda de los candidatos presidenciales con más chances de ganar.