El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, expresó su preocupación por una posible "escalada" del conflicto entre Israel y Hamas que podría llevar a un "involucramiento directo de Irán", lo que generó inquietud en Estados Unidos y sus aliados en la región.

En una entrevista en la cadena de televisión CBS, Sullivan planteó la posibilidad de un nuevo frente de batalla en la frontera entre Israel y Líbano y señaló que "no pueden descartar que Irán decida involucrarse directamente de alguna manera. Tenemos que prepararnos para cualquier eventualidad".

El político agregó que esta amenaza era algo que su país había considerado desde el inicio del conflicto y subrayó que el presidente Joe Biden había actuado de manera rápida y decidida para enviar una señal clara a cualquier entidad que intente aprovechar la situación.

El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, anunció recientemente que Estados Unidos enviará un segundo portaaviones al Mediterráneo oriental como medida de disuasión. El USS Eisenhower y sus barcos de escolta se unirán al primer portaaviones, el USS Gerald R. Ford, que ya había sido desplegado en la región después del ataque de Hamas a Israel el 7 de octubre.

Israel, por su parte, acumuló tropas alrededor del enclave palestino de Gaza y llevó a cabo bombardeos diarios como respuesta a la ofensiva de Hamas, siendo el ataque más mortífero del movimiento islamista palestino desde la creación del Estado de Israel.

Irán, un aliado de Hamas y un enemigo declarado de Israel, acusó al Gobierno israelí por la escalada de violencia. El canciller iraní, Hossein Amir Abdollahian, advirtió en Doha, Qatar, que "si los ataques del régimen sionista contra la población indefensa de Gaza continúan, nadie podrá garantizar el control de la situación y la perspectiva de una extensión del conflicto".