El nuevo gobierno municipal de Lanús, en el sur del conurbano bonaerense, arrancó con el pie izquierdo al sufrir el primer día de gestión la sorpresiva dimisión de la Secretaria de Desarrollo Social, Laura Alonso.
Se trata de una dirigente muy cercana a Máximo Kirchner, que hasta los primeros días de diciembre se desempeñó en uno de los cargos más importantes de la cartera que comandó Victoria Tolosa Paz a nivel nacional.
Alonso ocupaba la estratégica Secretaría de Inclusión Social, y buena parte de su tarea se enfocaba en interactuar con los diferentes municipios. Desde su área se comandaban las partidas que llegaban posteriormente a los sectores más necesitados a través de las tarjetas Alimentar. Antes de su ingreso al área de Desarrollo Social, se desempeñó como diputada nacional por la provincia de Buenos Aires en el período 2017-2019.
Su incorporación al equipo del nuevo intendente Julián Álvarez se conocía en las filas partidarias desde hacía semanas, aunque recién fue oficializada por el propio jefe comunal minutos después de su asunción. La demora en confirmar su nombramiento podría haberse originado en que ella misma se reconoce como una militante justicialista, pero del partido de Cañuelas.
En Lanús un sector importante de la sociedad rechazó durante la campaña la llegada de dirigentes de otros distritos, tal como ocurrió durante los 8 años que gobernó Néstor Grindetti. Incluso desde el propio peronismo kirchnerista se utilizaba el calificativo de “foráneo" cuando se quería hacer alusión en forma peyorativa a un funcionario que no vivía o había nacido en el partido. Sin embargo, y pese a las dudas, Álvarez la confirmó como Secretaria de Desarrollo Social, una de las áreas más importantes en cuanto a recursos humanos y presupuesto de todo el engranaje municipal.
Pero imprevistamente, la ex colaboradora de Tolosa Paz sorprendió a propios y extraños y, el mismo día que asumió, decidió presentar su renuncia indeclinable. Si bien no hubo explicación oficial sobre lo ocurrido, la decisión habría estado motivada en su disconformidad por la estructura y los recursos recibidos para desempeñar sus funciones.
Ya en los meses finales de Grindetti se comentaba que Desarrollo Social sufría un virtual “desguace” de funciones, con áreas como el manejo de política de niñez o género que eran cambiadas de cartera.
En lugar de Alonso fue rápidamente designada Eugenia Meana, otra dirigente cercana a Máximo Kirchner, quien en su cuenta de X (antes Twitter) se reconoce como “Peronista Feminista” y militante de “La Cámpora”. También se desempeñó hasta el recambio de gobierno como funcionaria del gobierno de Alberto Fernández, como Subsecretaria de Abordaje Territorial.