Personas autoconvocadas volvieron a concentrarse anoche frente al Congreso en rechazo a las medidas de ajuste del Gobierno nacional. También hubo protestas en distintos puntos del Conurbano bonaerense y el interior del país. 

Los cacerolazos del miércoles volvieron a reproducirse anoche frente al Palacio Legislativo, donde los manifestantes se ubicaron en la intersección de las avenidas Rivadavia y Entre Ríos.

En el medio del nuevo protocolo de orden público, los policías se ubicaron sobre Entre Ríos, frente a la entrada principal, para evitar cualquier desborde. También se escucharon cacerolazos y aplausos en otros barrios de la Capital Federal.

Algo similar ocurrió en localidades de la Provincia de Buenos Aires, como Luján, Morón, Ensenada y La Plata. Las protestas se replicaron en Mar del Plata y en ciudades del interior del país.

Según reportó Cadena3, la Policía arrojó en Córdoba gas pimienta para repeler a los manifestantes y garantizar la libre circulación. Del otro lado, informaron, arrojaron piedras y botellas. Cinco efectivos resultaron heridos y cinco personas fueron detenidas.

Las protestas comenzaron este miércoles, al término de una jornada marcada por la primera movilización de organizaciones sociales y piqueteras contra las primeras medidas de la nueva administración y después de la cadena nacional en la que Milei explicó los alcances del Decreto de Necesidad y Urgencia que contiene la derogación o modificación de 300 leyes.

"Presos del Estado": el posteo de Javier Milei

En las primeras horas de este viernes, después de una nueva jornada de protestas, el presidente Javier Milei republicó una sugestiva caricatura en su perfil de la red social X.

En la imagen, se lo ve al mandatario abriendo la puerta de un calabozo a un manifestante que sostiene una cacerola. "Les da Libertad y algunos quieren seguir siendo presos del Estado", dice el texto que acompaña el dibujo.

Ayer, en su primeras declaraciones a la prensa como presidente, Milei se refirió a las manifestaciones contra sus políticas: "Hay gente que sufre el síndrome de Estocolmo y están abrazados al modelo que los empobrece, pero no son la mayoría de los argentinos".