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Cine y series

La serie documental "ARA San Juan: El submarino que desapareció" llegó a Netflix

La serie documental dirigida por Mauricio Albornoz Iniesta y producida por Nicolás Carreras y Marcos Sacchetti ya está disponible en la plataforma de streaming. En esta nota, enterate todos los detalles de cómo se realizó.

La serie documental "ARA San Juan: El submarino que desapareció" llegó a Netflix

El caso de la desaparición del submarino ARA San Juan llegó a Netflix a través de la serie documental "ARA San Juan: El submarino que desapareció". Con un total de 8 capítulos cuenta con testimonios de los familiares de las víctimas, ex funcionarios públicos y hasta personas que tuvieron que dejar sus cargos en la Marina luego de lo sucedido.

En diálogo con Filo.news, el director de la serie documental, Mauricio Albornoz Iniesta, detalló: "Teníamos esta idea de que necesitábamos una mirada más calma de todo lo que había sucedido. Esto fue cubierto de manera muy enorme en su momento, pero también en esta era de la sobreinformación que a veces confunde un poco, más de lo que esclarece, creíamos que esta historia necesitaba de esta mirada más calma, que nos permita reflexionar sobre lo sucedido".

Bajo ese marco, destacó la importancia de "entender de alguna manera cierta cronología de los hechos para poder pensar sobre esto y poder tener algún tipo de reflexión que nos mejore y que aporte a que una cosa así no volviera a pasar".

Además, hizo especial énfasis en la necesidad de "poner esta historia sobre la mesa, que con los años se va invisibilizando" porque creían que "era importante volver a debatirlo, volver a mirarlo con alguna distancia, con este tipo de reflexión y por supuesto en este objetivo de ponerlo sobre la mesa creo que Netflix es una plataforma que hace visible a un montón de personas, países y me parece que aporta y que esté buenísimo que así suceda".

A su vez, el productor Nicolás Carreras se sumó al relato del director y señaló: "La historia tiene que ver con una instancia que apareció después de 2017, que sucede después que todo el país ve la desaparición del submarino y empezamos a entender esta historia, a entender qué es y qué hacía un submarino, darnos cuenta de la importancia del tema".

En ese sentido, continuó: "Con esta cosa caótica, ruidosa de todo lo que era la comunicación de ese momento empezamos a sentir que faltaba una mirada más documental en el sentido de poder profundizar. Creo que el formato de serie sirve para poder tranquilamente explorar cada una de las teorías y no tener que enseguida rebatirla como si fuera un programa de televisión".

Así, Nicolás manifestó que "la idea era darle tiempo, que cada persona diga lo que opina, sin juzgarlo y finalmente cuando llega al punto máximo de esa teoría posiblemente llega otra que la completa, que la refuta y otras personas que la avalan. Eso pasa en todos los capítulos, por lo que hay que verla entera, porque en cada capítulo hay como conclusiones que después se van refutando o modificando y creando una mirada más global en la que el espectador saca sus propias conclusiones".

Por su parte, el otro productor de la serie documental, Marcos Sacchetti, contó: "Cuando se perdió el contacto con el submarino lo primero que se me vino a la mente es que no es un objeto, es una nave que adentro van un montón de historias de personas que se prepararon durante años, afuera de esa nave hay una cantidad de personas que trabajan para que esa nave esté en funcionamiento. Hay una multiplicidad de personas que es muy radial".

¿Cómo fue dar con los testimonios?

A la hora de buscas las diferentes declaraciones que se pueden ver en la serie documental, Nicolás admitió que "con las familias fue un tema muy estudiado porque queríamos que todos estén convocados".

Sin embargo, subrayó que fue "difícil porque son 44 familias, viven en todo el país, entonces habían cuestiones de producción de una serie que no es infinita, que no se puede hacer en 15 años y había que empezar a elegir".

De esa manera, relató: "Fuimos con los representantes de cada uno de los familiares para llegar a la gran mayoría. Algunos no querían hablar, entonces era difícil. Los que aceptaron son los que están en la serie y tenemos a los abogados entrevistados en la serie, entonces sentimos que aunque no estén, los familiares están representados, su punto de vista está".

El relato de los familiares es la estructura central de la serie, es decir, es lo que encabeza a todos y cada uno de los capítulos. No obstante, no son las únicas voces que aparecen en el documental.

De hecho, Marcos explicó que invitaron al exministro Aguad, también al actual ministro Taiana a dar su punto de vista aunque "todos declinaron muy bien la entrevista". Al mismo tiempo, buscaron que exfuncionarios de la AFI o la jueza que lleva la causa sean parte de la serie, e incluso el propio expresidente Mauricio Macri, "pero todos declinaron". 

El objetivo de la serie era poder realizar un "relato más coral" y que "todos los que fueron enunciados tuvieran la posibilidad de participar del documental", detalló Marcos. Inclusive, hizo alusión a la declaración de Claudio Villamide, quien fue destituido de su cargo tras el caso.

En ese sentido, el productor destacó que "es un documental con una multiplicidad y una riqueza de voces que estamos muy orgullosos de lo que pasa ahí. Ha sido un trabajo de muchos años y que una plataforma como Netflix vea el contenido, diga 'esta es una historia para nuestra plataforma', y la elija para un estreno mundial es algo superlativo".

Bajo ese marco, el director aportó: "Fue un desafío intentar poner todas las voces, darle una lectura global a lo que había sucedido, desde las diferentes dimensiones e intentar no emitir un juicio de valor a priori, sino tratar que los propios entrevistados y el propio archivo público hable por sí solo, no sumar una opinión más, sino presentar el escenario para que esos testimonios cercanos al caso pudieran expresar cómo habían vivido el caso y lo que pensaban de eso".

De hecho, Nicolás admitió que esto ya resultaba un desafío "desde el guion" porque "era difícil no caer en la tentación de poner un testimonio y enseguida refutarlo en el mismo capítulo".

De esa manera, concluyó: "El esfuerzo fue en la dirección de dejar que cada persona exponga, se explaye, diga lo que tiene que decir, que creamos en lo que estamos diciendo, que miremos con la cabeza que está mirando cada uno y después, al final, tratar de sumar la voz que tal vez lo va a contrariar, pero no hacer todo el tiempo de estructura binaria de golpe-contragolpe".

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