La Universidad de Buenos Aires (UBA) se encuentra inmersa en una crisis financiera que amenaza con paralizar sus actividades académicas, de investigación y extensión. Las declaraciones radiales del rector Ricardo Gelpi revelan la gravedad de la situación, con cálculos que indican que la institución podría funcionar apenas unos dos o tres meses más con los recursos actuales, con serias limitaciones y cuidados financieros extremos.

Gelpi destacó el rol social y científico de la UBA, advirtiendo que los recortes propuestos afectarán profundamente tanto a la formación de los jóvenes como a la investigación: “Son momentos muy graves, muy dramáticos, además justo estamos en el mes de marzo, cuando comienzan las clases y toda la actividad se empieza a mover”.

"En principio, los cálculos que hacemos nos dan unos dos o tres meses más, digamos junio, podemos funcionar con muchos recaudos, cuidando el dinero y limitando muchas cosas”, respondióante la pregunta “¿Cuánto pueden aguantar?”.

La falta de comprensión por parte del oficialismo sobre el papel fundamental de la UBA en la sociedad argentina es un punto de conflicto. Gelpi, sin embargo, descartó intencionalidades detrás de estos recortes, atribuyéndolos más bien a un desconocimiento del "verdadero rol educativo y social de la universidad".

Las declaraciones del rector se suman a las expresadas anteriormente por el vicerrector Emiliano Yacobitti, quien manifestó su preocupación ante la falta de respuestas efectivas por parte del Gobierno. Yacobitti señaló que, de mantenerse esta política de desfinanciamiento, la UBA se verá obligada a reducir sus actividades, afectando especialmente a los centros de investigación y laboratorios.