El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), encargado de fijar los precios de la yerba mate hasta el 31 de marzo, ha perdido su potestad debido a un nuevo decreto impulsado por el presidente Javier Milei.

A partir de ahora, los productores serán los únicos responsables de aceptar o rechazar el precio establecido, ya que desde el 1 de abril el precio de la yerba mate quedará desregulado.

Desde el INYM advierten que este cambio podría perjudicar especialmente a los pequeños productores, ya que el precio está directamente relacionado con el volumen de stocks de yerba canchada mantenidos por las industrias. Si las reservas son altas, el precio tiende a disminuir debido a una menor urgencia de compra.

La falta de un presidente en el INYM desde diciembre pasado agrava la situación, y los directores que abogan por la regulación anticipan un impacto negativo gradual en los pequeños productores. Proyectan que para agosto, cuando las industrias hayan recompuesto sus stocks de yerba canchada, la presión sobre los precios se intensificará.

La producción de hoja verde en los primeros meses de este año alcanzó su nivel máximo en cuatro años, con 55 millones de kilos, según datos del INYM. Aunque los stocks suelen tener una duración de 8 a 9 meses, en ocasiones han llegado a los 12 meses, lo que equivale al abastecimiento del mercado interno.

Esta desregulación no solo afecta a la materia prima, sino que también impacta en la presión sobre las industrias para abastecer las góndolas con yerba a precios accesibles. Durante años, las empresas estuvieron obligadas a ofrecer productos a precios controlados por el gobierno.