El juez federal Daniel Rafecas resolvió archivar dos denuncias penales impulsadas por el presidente Javier Milei contra los periodistas Carlos Pagni y Ari Lijalad. Según el magistrado, las expresiones realizadas por los comunicadores se encuentran amparadas por el derecho a la libertad de prensa y no constituyen un delito.
La denuncia contra Pagni se originó tras un análisis que Milei interpretó como una comparación entre su llegada al poder y el ascenso de Adolf Hitler. En su resolución, Rafecas consideró que los dichos del conductor se enmarcan dentro del debate político y "no se atribuyó delito alguno ni se deshonró intencionalmente al denunciante".
El juez fundamentó su decisión en normas constitucionales e internacionales que protegen la libertad de expresión, incluyendo el fallo “Kimel vs. Argentina” de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
En ese precedente, se afirma que los funcionarios públicos deben aceptar un mayor nivel de cuestionamiento en el marco del interés público y que penalizar expresiones periodísticas podría tener un efecto inhibitorio sobre el debate democrático.
En la misma jornada, Rafecas resolvió del mismo modo una segunda denuncia del Presidente contra Ari Lijalad, quien había publicado una columna titulada “Milei, entre el odio a la información y el discurso nazi”. En este caso, el juez concluyó que no hubo delito y dispuso el archivo del expediente. Ambas causas quedaron cerradas por inexistencia de hechos penalmente relevantes.