Por Marco Oviedo

Una clase de producción musical fue el punto de partida. Lo que arrancó como un cruce entre profe y alumno, terminó en una sociedad artística que hoy gira por el mundo bajo el nombre de Brigado Crew. Este dúo argentino que mezcla melodic techno, indie dance y groove noventoso no solo la pegó con Zulu, su primer gran hit editado por Solomun, sino que también construyó una identidad colectiva, sólida y ambiciosa. “Desde el principio sabíamos que esto iba a funcionar”, cuentan.

De alumno y profe a Brigado Crew

Martín daba clases de producción musical. Braian, su alumno, buscaba alguien que lo ayudara a meterse de lleno en la música electrónica. Así se conocieron, compartieron ideas y fluyó la química: “Cada vez que nos veíamos era como ‘che, podemos hacer esto’, ‘¿y si arrancamos algo juntos?’”. Lo que siguió fue natural: dejaron sus proyectos solistas y fundaron Brigado Crew, una “crew” que busca crear comunidad más allá de un buen set. “Aunque somos dos, en vivo nos gusta sumar cantantes, músicos, saxofonistas. Queremos que la gente sienta que forma parte de esto”.

Zulu, Solomun y el salto internacional

El punto de inflexión fue claro: el tema Zulu, que enviaron a Solomun y que terminó editado en el sello Diynamic, uno de los más pesados del planeta. "Se lo mandamos con otro tema que creíamos mejor... pero eligió Zulu. Nos dijo: ‘Guárdenme esta canción’. Y a los días ya estaba firmando el contrato”.

Esa edición los catapultó al radar global: llegaron bookings para Europa, Israel, Turquía. Y también empezaron a recibir mensajes en inglés desde Argentina... porque muchos pensaban que eran brasileros o europeos. “Fue levantar la Copa. Zulu nos puso en el mapa del mundo.”
 

Sin techo, pero con los pies en la pista

El proyecto siempre fue serio. Desde el minuto uno supieron que no era un hobby. La visión era clara: no había límites. Y aunque los éxitos llegaron rápido, nunca se conformaron. “A veces cuesta disfrutar porque siempre estamos pensando en el próximo objetivo. Sacamos un tema, y ya estamos queriendo sacar tres más.”
Esa autoexigencia se equilibra gracias a que son dos. Cuando uno flaquea, el otro lo empuja. “La comunicación es todo. Por eso seguimos juntos. En otros dúos terminan separados porque no hablan. Nosotros hablamos todo”.

Cómo suena Brigado Crew

¿Es techno? ¿Es progressive? ¿Es house? Un poco de todo. Su música escapa a las etiquetas, pero siempre busca conectar. “Nos gusta contar una historia en cada set. Que la gente se vaya abrazada, feliz, no con ganas de irse de after a morir. Mezclamos groove con momentos épicos”.

Además, están trayendo un nuevo concepto: remixes propios de clásicos de los 80, 90 y 2000. “Queremos que los pibes de 20 años conozcan esos temazos de otra época, pero con un sonido actual.”

Tocan en todos lados, pero Argentina es otra cosa

Tocaron en Berlín, Israel, India, Turquía, Dubái. Y aunque valoran esas experiencias, hay algo que destacan por encima de todo: el público argentino.
“El argentino escucha, busca, se prepara para la fecha. En otros lados, como Dubái, están más en la suya. Acá hay conexión real.”

Esa conexión también la buscan en sets largos, de 4, 5 o 6 horas, donde puedan construir un viaje real. No todo es posible en festivales cortos, dicen, pero cuando se da, el set se transforma en una experiencia.

Comunidad, tribu y el futuro

Además de hacer música, también crean oportunidades. Para su próximo show organizaron un open call para nuevos DJs de todo el país. “Lo que nos pasó a nosotros con Solomun, ahora lo estamos replicando. Nosotros también queremos abrir puertas.”
La crew sigue creciendo. Con una mezcla única de ambición, sensibilidad y energía, Brigado Crew no para. ¿El objetivo? No hay uno solo. Quieren dejar huella, construir algo que perdure. Y sobre todo, seguir bailando.
 

Este sábado, la pista es de Brigado Crew

Este sábado 28 de junio, Brigado Crew vuelve a Buenos Aires con una de sus propuestas más ambiciosas: un extended set de seis horas en The Bow, el icónico club del complejo Mandarine. La noche arrancará con un DJ emergente elegido por el público, como parte de una convocatoria que reunió talentos de todo el país.

En la pista, además de mucha música nueva, van a presentar su nuevo concepto artístico, donde reversionan clásicos de los 80, 90 y 2000 con su sonido actual. El evento ya está en “last call” y las entradas pueden conseguirse a través de Bombo haciendo clic acá. 

Se viene una noche de conexión total, emociones a flor de piel y sorpresas que prometen quedarse en la memoria de quienes bailen hasta el final.