Los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin se encontraron en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, en Alaska, marcando el primer encuentro en persona entre ambos desde 2019.
La cumbre concluyó sin un acuerdo para frenar el conflicto en Ucrania. Aunque ambos calificaron las conversaciones como “productivas”, no hubo avances tangibles ni tregua anunciada.
Durante la breve rueda de prensa, Trump afirmó que “muchos puntos fueron acordados” y que hay una “muy buena oportunidad de llegar a un acuerdo”. También explicó su intención de avanzar hacia un acuerdo de paz en lugar de una tregua, condicionando su eficacia a la negociación con Zelenskiy y Europa.
El Kremlin respaldó el encuentro como un paso positivo, destacando un entendimiento inicial. Putin manifestó que, de haber sido Trump presidente antes, la guerra en Ucrania quizás no habría comenzado.
La reunión generó fuertes críticas desde Europa, donde líderes de la Unión Europea afirmaron que Ucrania debe ser parte de toda solución de paz y rechazaron cualquier intento de vetar su ingreso a la OTAN o a la Unión Europea.