Después de que el pasado miércoles se haya resuelto su excarcelación, Nicolás Carrizo, que fue apuntado como el “jefe de los copitos” en el juicio por el atentado a Cristina Kirchner, habló públicamente sobre su relación con los otros acusados y hasta se disculpó con la ex presidenta.

En diálogo con Radio con Vos, aseguró que conoció a Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte en una fiesta y que, luego, el vínculo se trasladó al trabajo. “Yo cumplía el rol de armador de algodón de azúcar y ellos eran clientes míos, nunca salí a vender con ellos. Su vida, en la intimidad, y cómo se mostraban los hacía parecer dos personas normales”, explicó.

Respecto a la planificación del ataque, insistió en que no tuvo conocimiento alguno: “Jamás me mencionaron algo”. También se refirió a los mensajes en los que aparece bromeando con conocidos: “Yo siempre hago ‘jodas’, para reírnos, con conocidos míos que nada tienen que ver con Sabag Montiel. Yo no tengo mensajes cruzados con Uliarte ni con Sabag Montiel sobre planificar un atentado ni nada por el estilo, menos de atentar contra la vida de una persona, me parece tremendo”.

También contó su último contacto con Sabag Montiel: “Una vez cruzó palabras conmigo. Cree que soy pagado por Cristina Kirchner, que todo lo que está pasando es armado para perjudicarlo a él. Dice ser secuestrado, no cree que está detenido por lo que hizo, dice que le ‘clavé’ un arma para complicarlo. Me puteó, no le dije nada”.

Y, previo al cierre de la nota, se disculpó con la ex presidenta por sus dichos: “Quería hacer un show del tema, una broma y al final terminé perjudicándome. Pude haber ofendido a ella y si la ofendí le pido disculpas porque no pienso eso que dije, lo hice para joder”.

Además de acatar el pedido de la defensa de Carrizo para que sea liberado, la fiscal Gabriela Baigún pidió 15 años de prisión para Fernando Sabag Montiel y 14 para Brenda Uliarte por el intento de asesinato contra Cristina Kirchner. Y, en el caso de Sabag Montiel, solicitó unificar la pena con una condena previa de 4 años por distribución de material pornográfico, lo que elevaría la sentencia a 19 años.