Tras las elecciones legislativas, Axel Kicillof reclamó al presidente Javier Milei que convoque a un encuentro. El gobernador bonaerense sostuvo que ya le hizo varios pedidos de manera directa, pero que “hasta ahora no pasó nada”.
“Le pedí que el día de hoy levante el teléfono y tengamos una reunión. Ayer le hice varios pedidos, sin reciprocidad porque no ha parado de insultarme”, señaló. Según explicó, no se trata de un gesto personal, sino de una cuestión institucional: “Imaginate que no es que me muero de ganas, pero tengo una responsabilidad como gobernador de la provincia más grande en términos de población y viendo que el Gobierno está en términos de una situación grave”.
En ese marco, advirtió que la falta de coordinación con la Nación afecta de manera directa a la situación laboral. “El objetivo es ver cómo hacemos para que no se pierdan más puestos de trabajo”, dijo, al tiempo que acusó a la gestión nacional de aplicar medidas que “están haciendo sufrir a toda la gente”.
El gobernador planteó que, pese al triunfo del peronismo, la situación política sigue marcada por las decisiones del Poder Ejecutivo nacional: “No cambió todo, sigue gobernando Milei y necesitamos que cambie el rumbo. Tiene esa responsabilidad, cuidar a la gente, a los jubilados, a los laburantes. Lo dice la Constitución y lo está incumpliendo. No puede gobernar por vetos y por decretos. Tiene que haber consenso, no puede hacer lo que se le cante".
Sobre los resultados del oficialismo en las urnas, Kicillof los calificó como “la historia de un desastre anunciado”. También contó que no recibió un llamado del Presidente para felicitarlo, aunque sí del jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Y, al ser consultado por sus planes de cara al futuro, evitó dar definiciones: “Falta mucho para el 2027, ahora tenemos octubre. Gobernar es una tarea muy difícil con Milei de presidente".