El presidente Javier Milei asistió este sábado a la asunción de Rodrigo Paz Pereira en Bolivia y, en un breve intercambio tras la ceremonia, le aseguró que entiende “por experiencia propia” las dificultades que enfrentará al iniciar su gestión. La frase llegó acompañada de una sonrisa y una comparación directa entre la situación que heredó Milei en Argentina tras el gobierno de Alberto Fernández y la que recibe Paz Pereira luego del mandato de Luis Arce.

“Yo sé lo que estás recibiendo, te lo puedo decir por experiencia propia”, le dijo Milei, quien además se puso “a disposición para lo que necesiten”. El nuevo mandatario boliviano agradeció el gesto y respondió: “Buenos consejos se van a dar. Somos buenos para recibir consejos”, acompañado por su esposa y flamante primera dama, María Elena Urquidi Barbery.

Paz Pereira ya había marcado con dureza el estado en el que recibe el país durante su discurso de jura. Describió a Bolivia como “devastada”, con “las reservas más bajas en 30 años”, inflación, escasez, deuda y un “Estado paralizado”. También apuntó contra Evo Morales y Luis Arce, asegurando que dejan “la peor crisis de las últimas cuatro décadas”.

Milei estuvo acompañado por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y por el canciller Pablo Quirno. Los tres llegaron a La Paz en un avión de la Fuerza Aérea, tras volar el viernes desde Nueva York a Santa Cruz de la Sierra. En la Asamblea Legislativa Plurinacional, el mandatario argentino fue recibido con aplausos y pedidos de fotos.

El encuentro entre ambos presidentes duró poco más de tres minutos. Paz Pereira aprovechó para contarle a Milei sobre su pasado en Tarija y su vínculo con Argentina, país en el que vivió durante el exilio de su padre, el expresidente Jaime Paz Zamora. Recordó también que pasó “cinco o seis años nuevos en Salta” junto a su esposa y que, aunque en la región muchos son hinchas de Boca o River, él es fanático de Independiente.

Como gesto final, Paz Pereira le entregó a Milei un regalo: una piedra de color violeta. La reacción del mandatario argentino fue inmediata: “Encima es de color violeta, me encanta. Es el color nuestro”, dijo sonriendo.