El presidente Javier Milei encabezó la ceremonia anual de Entrega de Sables a los 35 nuevos generales, almirantes y brigadieres de las Fuerzas Armadas promovidos este 2025. Lo hizo en un acto exprés que duró poco menos de diez minutos, en el que no tomó la palabra a diferencia de la edición de 2024.

Junto al presidente, participaron del acto Luis Petri, ministro de Defensa saliente, y de su sucesor, el teniente general Carlos Alberto Presti.

Tras la bendición del obispo castrense, monseñor Santiago Olivera recibieron los sables blancos que portan sus nombres y la firma del mandatario el Almirante Carlos María Allievi; Carlos Presti; el vicealmirante Juan Carlos Core, de la Armada; el general de brigada Héctor Cesar Tornero, del Ejército Argentino; y el general de brigada Pablo Depalo, del Ejército Argentino.

Presti, actual jefe del Estado Mayor General del Ejército, pasará a ocupar el cargo que deja Petri y será el encargado de conducir la cartera de Defensa en un contexto de reconfiguración interna de las Fuerzas Armadas y alineamiento con la agenda del Ejecutivo.

En el anuncio de este fin de semana, el Gobierno subrayó que “por primera vez desde el regreso de la democracia, una persona con intachable carrera militar que ha llegado al más alto rango en su escalafón estará al frente del Ministerio encargado de la defensa nacional”.

La Agrupación H.I.J.O.S cuestionó la designación ya que el hombre de 59 años es hijo de Carlos Roque Presti, militar acusado por delitos de lesa humanidad.

“Esta idea de poner a un militar como ministro de Defensa es una provocación, es ponerlo en un lugar que no le corresponde, primero porque no está preparado para eso y segundo que no lo sabe hacer”, dijo Estela de Carlotto.