Flamengo hizo historia: se impuso por 1 a 0 fernte al Palmeiras en Lima con un cabezazo impecable de Danilo. Así, el Mengão se coronó como nuevo campeón de la Copa Libertadores, alcanzando su cuarto título y modificando el mapa de poder sudamericano.

El partido, disputado en un Monumental de Lima cargado de tensión, había transitado una primera etapa friccionada, con más discusiones que fútbol. La escena que marcó el clima llegó cuando Erick Pulgar golpeó sin pelota a Bruno Fuchs, una acción que derivó en tumulto general y que el árbitro argentino Darío Herrera decidió sancionar solo con amarilla. La jugada dividió opiniones y dejó a la final envuelta en polémica.

La diferencia llegó recién en el complemento. Giorgian De Arrascaeta inventó un centro quirúrgico y Danilo apareció como un gigante para cabecear al gol. Ese frentazo no solo definió la noche, también reordenó el tablero histórico del torneo.

El triunfo de Flamengo reordena el tablero continental. Con esta conquista, el conjunto carioca se despega de Palmeiras en el plano individual y se mete definitivamente en la conversación con los grandes históricos.

Pero el impacto trasciende al Mengão. Brasil alcanzó así 24 años de hegemonía casi ininterrumpida, construyendo una supremacía inédita en siete décadas de Copa Libertadores. La nueva coronación le permitió al país igualar a la Argentina en la cima del ranking mundial de títulos, con 25 Libertadores por lado.

De un lado, la cosecha argentina: Independiente (7), Boca (6), River (4), Estudiantes (4), Argentinos Juniors (1), Vélez (1), San Lorenzo (1) y Racing (1).

Del otro, la potencia brasileña: Flamengo (4), San Pablo (3), Santos (3), Gremio (3), Palmeiras (3), Cruzeiro (2), Internacional (2), Vasco da Gama (1), Corinthians (1), Atlético Mineiro (1), Fluminense (1) y Botafogo (1).

En el tercer escalón aparece Uruguay, con 8 Libertadores entre Peñarol (5) y Nacional (3), aunque sin vueltas olímpicas desde 1988.